(ÉRICK SOTOMAYOR)
Los laguneros fueron cómplices del "Modus Operandi" de Intocable, pues solos o en pareja bailaron y corearon cada una de las canciones que los originarios de Zapata, Texas ofrecieron en la presentación que tuvieron este viernes en el Coliseo Centenario de Torreón.
Los fanáticos empezaron a llegar alrededor de las ocho de la noche llenos de emoción, pero fue pasadas las nueve y media que las luces se apagaron y los gritos no se hicieron esperar, marcando el inicio de la inolvidable velada.
Entonces Ricky Muñoz, vocalista y líder de la agrupación saludo al público y abrió el concierto con la canción; El poder de tus manos la cual fue coreada a todo pulmón por los cientos de personas que para entonces prácticamente ya habían llenado recinto.
Le siguieron melodías como; Me estoy volviendo loco por tu amor, Eso Duele, Dónde estás, Tu soledad y la mía, Enséñame a olvidar entre otras.
Ya en confianza Ricky Muñoz, confesó que siempre que viene a Torreón, no sabe qué le pasa, pero pidió al público disfrutar al máximo y agradecer estar vivos, después de pasar por estos años tan difíciles por la pandemia del COVID-19.
Pasado algún tiempo los éxitos que marcaron su inicio también fueron parte del repertorio; "es el momento en que el Coliseo Centenario se vuelve una máquina del tiempo y nos lleva a los noventas. Tal vez algunos de ustedes todavía no nacían" advirtió, pero la edad no importó pues al igual que los temas más recientes, "reventaron" la garganta de los asistentes, con canciones como; Eres mi droga, Por ella, Ayúdame y así hicieron un recorrido por sus éxitos.
La piel se "puso chinita" con Día 730 la canción con la que visibilizan a las madres que han sido víctimas de la desaparición de sus hijas.
Hubo momentos en que el vocalista dejaba que el público se apoderara del lugar, constando que es de las agrupaciones consentidas de los laguneros.
No pudo faltar Y todo para qué, Sueña, Alguien te va a hacer llorar parecía que el concierto había terminado y el público pedía otra.
Pasadas las doce de la noche el concierto concluyó con Soñador eterno.
