Como buenos mexicanos, dejándolo todo hasta el final. Así fue la Selección Mexicana en esta Copa del Mundo. Preocupada hasta el último partido, y con un ojo en el Argentina-Polonia, para ver si rescataba la tarea. Desde 1978 que el "Tri" no se quedaba fuera en la fase de grupos.
Empecemos por ahí. México se la jugaba contra Arabia, y al mismo tiempo, Argentina con Polonia. Nadie llegaba clasificado ni eliminado, y cualquier escenario era posible. Los mexicanos fueron amos y señores del partido y desde los primeros minutos se veía la intensidad por ir a buscar el resultado. Con más ganas que futbol llegó el primero de Henry, y después con más futbol que nada, llegó el golazo de Chávez de tiro libre. El fuera de lugar volvió a ser clave para los saudís, ya que los nuestros cayeron en esa trampa en seis ocasiones: en un par de ellas hubo gol, pero quedó invalidado por la posición adelantada.
En tanto, en el 974 Argentina sabía que ganando iría primero, y por consecuencia evitaría a Francia en los octavos. En ese juego Polonia se colgó del arco y abandonó a Lewandowski a su suerte. Sin embargo, de lo rescatable, es que en el primer tiempo se volvieron a inventar un penal que en esta ocasión falló Messi. Aparecían los fantasmas de la Copa América ante Chile. Pero a los pocos segundos de iniciar la segunda mitad, Mac Allister quitó la presión con un gol y 20 minutos más tardes vino Julián Álvarez para sentenciar. Desde ahí, se firmó la paz. Los polacos se la jugaron a que no se movería el marcador en el partido de México y así fue, aunque los árabes descontaron sobre el final.
Más temprano fueron los duelos del Grupo D: Australia-Dinamarca y Túnez-Francia. Por un lado, los vigentes campeones cambiaron al 90% del equipo titular e incluso probaron con jugadores en distintas posiciones, como Eduardo Camavinga por la lateral izquierda. Los tunecinos lo buscaron hasta que se les dio: Khazri marcó al 58' con la esperanza de que en el otro duelo se diera un empate y así avanzaran por la diferencia de goles. Deschamps intensificó las cosas y mandó tres cambios poco después del gol. De hecho, Griezmann anotó cerca del final pero el VAR invalidó su gol.
En el otro, el llamado a ser caballo negro se quedó sin ganar un solo juego. Dinamarca decepcionó bastante y perdió por la mínima ante una Australia que para muchos llegaba como una de las selecciones más flojas de la Copa del Mundo. Pero el pundonor de los "Socceroos" salió a relucir frente a los daneses.
Finalmente, la renuncia del Tata Martino debería ser el inicio de una serie de cambios que deben venir para nuestro futbol si no queremos hacer el ridículo en nuestra Copa del Mundo dentro de cuatro años, porque ya no puede estar más claro que Canadá y Estados Unidos nos han superado.