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2002-2006: Arsénico sin control en Torreón-Gómez-Lerdo

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

En 2002, el reporte de la Conagua fue brutal: El Valle de Villa Juárez, antes burbuja de agua pura, presentaba ya indicios de contaminación del agua por arsénico, nitratos, fluoruros y sulfatos, entre otros, hacia su porción noroccidental. En 2006, el pozo más contaminado era el de Nazareno de Abajo, con 29 miligramos de arsénico por litro de agua, según informe del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lerdo, Durango (Sapal). Más aún: Finalmente, la contaminación del agua subterránea con arsénico, causada sobre todo por la cuenca lechera de La Laguna, que sobreexplota los mantos acuíferos, alcanzaba ya a todos los pozos que abastecían a la conurbación Torreón-Gómez Palacio-Lerdo, motor económico de esta región estratégica en riesgo de colapso hídrico sobre el centro-norte de México. Ya no era nada más la periferia. Lo comprobaban los resultados de laboratorio correspondientes al monitoreo regional 2002-2006 que las autoridades mantenían inexplicadamente ocultos.

En Gómez Palacio el pozo 19, del Ejido San Ignacio, presentaba 28 miligramos de arsénico por litro de agua al 14 de febrero de 2006, según reporte del Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa).

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), de la Secretaría de Salud, mantenía fuerte controversia en la comarca al declarar su intención de bajar de 25 a 10 miligramos el máximo de arsénico por litro de agua.

Más de la mitad de los pozos quedarían fuera de norma, era el consenso en clamor que revelaba la magnitud del problema.

Al 17 de enero de 2005, la bomba más contaminada en Torreón era la 6-A, ubicada en calzada Raúl Madero y Prolongación Colón, con 19 miligramos de arsénico por litro de agua, según los resultados de laboratorio que determinan la presencia del metaloide venenoso en las fuentes de abastecimiento del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas).

Ya en el 2003, unos 547 mil 295 habitantes de Torreón, bebían agua con arsénico, de la llave, y no lo sabían. Usuarios domésticos, comerciales e industriales. Y no se sabía desde cuándo.

La ingesta de arsénico en cantidades por encima de los parámetros internacionales para agua, es de alto riesgo tóxico, causal de daños a los sistemas epidérmicos, cardiovasculares, neurológicos y reproductivos, ligados a ciertos tipor de cáncer y otras enfermedades, pero depende de la dosis, el tiempo de exposición y la condición variable de los individuos.

Paradójicamente, los responsables del conflicto ambiental y de salud pública se escondían detrás de soluciones al vapor y del oportunismo político. Todavía lo hacen.

Mientras que a la población se le ocultan y manipulan los resultados de laboratorio, actúa la arsenicosis. Y nadie informa.

La conurbación Torreón-Gómez Palacio-Lerdo se abastece de los acuíferos Principal Región Lagunera y Villa Juárez, sobreexplotados por el abuso agropecuario de la reserva subterránea de agua y del líquido superficial, soporte de la poderosa cuenca lechera, en su total extensión de 14 mil 653 kilómetros cuadrados.

En Lerdo el pozo más contaminado según cifras oficiales del 2002 al 2006 era el de Nazareno de Abajo, que presentaba 29 miligramos de arsénico por litro de agua al 17 de marzo del 2006, por encima del límite permisible, que en ese año era todavía 25. Le seguía el de Nazareno con 28.

Ahora bien, el pozo más contaminado con arsénico en el plano conurbado se registraba en Gómez Palacio en el año 2002, que era, de hecho, el más afectado en lo que iba del siglo.

Era el número 14, ubicado en el Ejido San Ignacio, que en el reporte del 21 de febrero del 2002 aparecía con 53 miligramos de arsénico por litro de agua. La norma recomendaba 40 como límite ese año.

En esa misma fecha, la bomba 32 de Torreón, en la calle Córdoba, de Ampliación La Rosita, arrojó 42 miligramos de arsénico por litro de agua.

Luego, la bomba 50 de Torreón, después cancelada, presentaba en la misma fecha 35 miligramos por litro.

Destacaba el año 2002 como el de arsénico y caos a la alza.

Cinco pozos de Gómez Palacio registraron al 21 de febrero de 2002, 49, 48, 43, 41 y 40 miligramos de arsénico por litro de agua respectivamente, aparte de la bomba 14 de San Ignacio que presentó 53, cuando el límite legal era 40.

Se trató, respectivamente, de las bombas 32 del Cerro de La Pila, 34 del fraccionamiento Rosales, 4 del de Agua Marina y Pedernal, 41 de la colonia Alamos, al final de la carretera, y 21 del fraccionamiento Los Álamos.

Al 14 de febrero de 2006, los pozos con más arsénico en Gómez Palacio correspondían al número 39 del Ejido San Ignacio, con 28 miligramos por litro de agua; el 14, de San Ignacio también, con 26 miligramos; el 4-A de Diamante y Cerro de La Pila, con 26; el 34 del fraccionamiento Rosales, con 26; el del Cerro de La Pila, junto a la pila 32, con 25; y el 17 de Prolongación Morelos, con 24 miligramos de arsénico por litro de agua.

¿Y ahora?

@kardenche

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