El día de mañana el periódico hermano, El Siglo de Durango, cumplirá 30 años de su fundación. Su historia no ha sido fácil como la de ningún medio de comunicación de las últimas décadas.
Nacido en el verano del 1993, cuando México creía que había dejado para siempre su etiqueta de país tercermundista bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y la economía nacional estaba en expansión, las condiciones se estaban presentando para poder erigir un periódico tradicional (impreso en papel diario, la internet apenas estaba en etapa inicial y sólo instituciones educativas en el ámbito regional tenían acceso) que contribuyera al desarrollo de la capital del Estado y de Durango en su conjunto. Por aquellos años estaba por concluirse en su totalidad la autopista de cuota Durango-Gómez Palacio, lo que también facilitaba las comunicaciones.
Antes de que El Siglo de Durango naciera como rotativo completo, tuvo un antecedente en una sección intitulada El Siglo en Durango, que era un cuadernillo reporteado y redactado por periodistas en la propia capital para que ésta se terminara de confeccionar en la mesa de redacción y en los talleres de El Siglo de Torreón. Con el tiempo se tuvo la certeza de que la operatividad podía ser garantizada los siete días de la semana y fue entonces cuando se empezó a acariciar la idea de un diario completo.
Otra condición que fue factor indiscutible para cristalizar el proyecto que mañana cumple tres décadas, fue el origen duranguense del fundador de El Siglo de Torreón, don Antonio de Juambelz y Bracho, quien había nacido en Durango y vivió en el mismo corazón de la ciudad, en la esquina que se forma entre la avenida 5 de febrero y la calle Juárez. Allí por décadas vivió la familia Juambelz en el segundo piso de un bello edificio del cual su primera planta era aprovechada para la operación de la tienda Las Tres Rosas, propiedad de la familia de don Antonio.
Juambelz y Bracho había dedicado por siete décadas de su vida a consolidar lo que apenas el año pasado alcanzó cien años de vida, El Siglo de Torreón, por lo que el anhelo era aportarle a su terruño una herramienta de defensa de la comunidad duranguense, tal y como lo ha sido El Siglo de Torreón.
En los inicios de aquella década de los noventa, el patriarca de El Siglo estaba cumpliendo ya un siglo de vida, justo lo había hecho en noviembre de 1992, así que la conducción operativa de El Siglo de Torreón estaba bajo la responsabilidad material de Antonio Irazoqui y de Juambelz, quien había llegado en 1967 a trabajar con su tío a esta apasionante empresa editorial y también tenía cuna 100% duranguense, lo que le formó un profundo amor por su tierra. Las condiciones para el nacimiento de El Siglo de Durango estaban dadas.
A pocos días de su primer ejemplar oficial, don Antonio de Juambelz murió, pero todo estaba dispuesto para que El Siglo de Durango circulara. El 8 de julio, al ser el aniversario oficial de la ciudad, fue elegido como el día 1 de la vida oficial del diario creado bajo el auspicio de don Antonio. A su desaparición física, doña Olga de Juambelz Horcasitas, hija de don Antonio, asumió la presidencia del Consejo de Administración de El Siglo, en tanto don Antonio Irazoqui de Juambelz se hizo cargo de la Dirección General.
Apenas con un poco más de un año de vida, El Siglo de Durango, dirigido en aquel entonces por otro distinguido y reconocido periodista, don Didier Bracho Soto, tuvo que enfrentar aquel "error de diciembre" ocurrido en 1994 justo a pocos días del inicio de la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León, lo que generó una inflación de más de 100% llevando el tipo de cambio de los 3.5 pesos a siete, provocando una profunda recesión económica, situación casi fulminante para un periódico que apenas nacía. La paciencia de doña Olga, el empuje de Antonio Irazoqui y el ahínco de Bracho Soto permitieron transitar en aquella difícil época.
Don Didier Bracho se jubiló en octubre de 2007, para entonces los cimientos y el prestigio de El Siglo de Durango estaban edificados, había que luchar y trabajar en el área de comercialización. La dirección la tomó el doctor Sergio de la Parra Juambelz, quien a poco más de un año de haber asumido, tuvo que enfrentar la crisis económica mundial del 2009. Además, el mundo digital era ya una realidad y la industria de los periódicos era ya otra, con retos difíciles de sortear. De la Parra Juambelz estuvo una década conduciendo El Siglo de Durango, al que supo siempre preservar el decoro en el desempeño periodístico de la mañana treintañera institución editorial.
El abogado Elías Bechalani fue invitado por el Consejo de Administración para ocupar el lugar que había dejado De la Parra. Por casi tres años, Bechalani desempeñó el cargo, donde trabajó para desarrollar más del área de contenidos digitales, contribuyendo notoriamente al crecimiento.
Desde octubre de 2020, El Siglo de Durango es dirigido por el joven periodista Jorge Pérez Arellano, formado profesionalmente en las propias mesas de redacción de El Siglo y quien ha coordinado una redacción más dinámica al mismo tiempo de llevar una administración eficiente que permite garantizar los medios para que El Siglo de Durango pueda seguir sirviendo a su comunidad. Enhorabuena por estos primeros 30 años. Larga vida a El Siglo de Durango.