Un debate actual entre científicos principalmente es si el calentamiento global se está acelerando y no tenemos que esperar hasta el 2050 para ver sus desastrosos impactos. Mientras este debate continúa y se intercambian evidencias científicas para concluirlo, pensemos en lo que podemos hacer tanto en lo individual como en la región para mitigar y/o adaptarnos a sus impactos.
Las medidas de mitigación incluyen acciones orientadas a reducir y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Las emisiones más importantes de estos gases provienen de la quema de combustibles y, en nuestro caso regional, de la elevada cantidad de bovinos y del uso indiscriminado de fertilizantes en la agricultura. Respectivamente contaminan con dióxido de carbono, metano y dióxido de nitrógeno.
Aunque la actividad agropecuaria es causa del cambio climático también es vulnerable a los extremos climáticos que estamos viviendo ya. Por eso es importante adoptar modelos de producción agropecuaria más sustentables que reduzcan la vulnerabilidad ante los impactos derivados del cambio climático. EL último informe del IPCC (El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) exhorta continuamente a la adopción de un modelo de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales con la misma idea, pero, además con la intención de evitar los impactos negativos de la actividad en la biodiversidad y otros recursos relacionados.
A nivel global y en el de Latinoamérica, el desafío de reducir la vulnerabilidad del sector agrícola es el evitar que la variabilidad climática, incluido el aumento de las temperaturas, los patrones de lluvia cambiantes y los eventos climáticos extremos más intensos y frecuentes, afectan la producción y la seguridad alimentaria.
En el estudio del Banco Interamericano de desarrollo (IDB por sus siglas en inglés) ) y del CIAT(Centro Internacional DE Agricultura Tropical) "Vulnerabilidad al cambio climático e impactos económicos en el sector agrícola en América Latina y el Caribe" además de valorar el impacto posible del cambio climático en la productividad agrícola y el comercio de cultivos clave a nivel regional y nacional en el caso de México para los cultivos de frijol, maíz, arroz y trigo, hace algunas recomendaciones sobre acciones de adaptación para algunos cultivos en específico, para el caso de México rescata lo siguiente: "México puede reducir el impacto del cambio climático en el sector agrícola mediante la adopción de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes (CSA, por sus siglas en inglés) que aumentan la productividad al mismo tiempo que reducen las emisiones de GEI y se adaptan a las cambiantes condiciones de crecimiento." La agricultura climáticamente inteligente (i) se refiere a una variedad de prácticas comprobadas e innovadoras que permiten aumentar la productividad, mejorar la resiliencia al cambio climático y reducir las emisiones de GEI provocadas por la actividad agrícola. Esto incluye desde luego tomar en cuenta las siguientes medidas:
• Fortalecimiento de los servicios de información agroclimática e inteligencia de mercado, especialmente en las zonas de mayor vulnerabilidad.
•Promoción de la investigación, deliberación y adopción de variedades mejoradas/resistentes a los cambios de clima.
•Evaluación de posibles medidas de adaptación y/o alternativas al maíz, frijol y banano, que presentan alta vulnerabilidad al cambio climático. La siguiente recomendación si bien es para todo México, se adecua como anillo al dedo a nuestra sedienta región:
Incrementar la gestión y el uso sostenibles del agua. El sector agrícola es el principal usuario de agua y consume alrededor del 80% del agua dulce disponible. No obstante, la disponibilidad de agua está disminuyendo debido a la explotación insostenible de las cuencas hidrográficas y los impactos del cambio climático. Las medidas de gestión y uso sostenible del agua son, por tanto, una medida de adaptación fundamental. Estas actividades incluyen riego sostenible y reservorios de agua, manejo de cuencas hidrográficas y consideraciones del nexo entre alimentos, energía y agua para la toma de decisiones. (si se quiere ampliar en este tema consultar el siguiente documento: "Vulnerabilidad al cambio climático e impactos económicos en el sector agrícola en América Latina y el Caribe" en internet)
