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Durante 2023, México perdió 4 millones de hectáreas de superficie de siembra ante las dificultades de campesinos mexicanos por acceder a créditos y seguros, mal temporal y falta de mano de obra, dijo ayer miércoles, Álvaro López, secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA).
El representante de la organización campesina mexicana detalló que antes de este año se tenían registradas un total de 29.8 millones de hectáreas de tierra con uso de suelo agrícola.
El líder campesino destacó que, según el más reciente Censo Agropecuario 2022, presentado el pasado 21 de noviembre, el acceso al crédito y al seguro de las unidades de producción agropecuaria continúa siendo muy bajo.
López resaltó los productores agropecuarios ubican a los altos costos de los insumos y los servicios como el principal problema, con un 88.8 % de incidencia.
A estos se suman factores como pérdidas por algún factor climático o biológico (61 %), baja de precios o disminución de ventas a causa de la pandemia de la Covid-19 (40.2 %); pérdida de fertilidad del suelo (29.9 %).