(SERGIO A. RODRÍGUEZ)
El Seguro Social de Coahuila advirtió sobre riesgos a la salud física y mental provocados por la nomofobia, entendida como el miedo irracional que se origina cuando una persona de cualquier edad permanece durante un periodo de tiempo sin poder usar su teléfono celular. El término fue acuñado hace algunos años, luego de un estudio que se realizó en Reino Unido para estimar la ansiedad que sufren los usuarios de teléfonos móviles.
Beatriz Cecilia Franco Vergara, coordinadora clínica de Educación, Investigación y Salud del Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/ UMF) No. 7 dijo que la nomofobia es especialmente preocupante en los jóvenes pues puede conducir a la disminución del tiempo que dedican a sus actividades educativas, al sueño y al descanso.
Mencionó que esta adicción desencadena en algunos casos malestares en los ojos, insomnio, depresión, ansiedad, taquicardias, pensamientos obsesivos, dificultad en la concentración, dolores de cabeza y otras sensaciones nocivas para el bienestar de las personas.
“La nomofobia se caracteriza en muchas ocasiones por esa sensación de inestabilidad, de ansiedad, de pérdida de control, de insomnio y de necesidad constante de estar revisando el teléfono para verificar que no hayan llegado mensajes o que no se hayan publicado situaciones nuevas en nuestras redes”, explicó.
Franco Vergara agregó que las personas con esta dependencia al uso del teléfono móvil también pueden estar expuestas a presentar accidentes de tráfico, al caminar y hasta en el hogar al distraerse por enviar mensajes, observar redes sociales o hablar por teléfono.
Mencionó que la nomofobia se asemeja a otros trastornos de ansiedad que incluyen niveles muy altos de estrés, malestar generalizado, pensamientos obsesivos incluso dificultad para dormir. La doctora destacó que es fundamental concientizar sobre los riesgos del abuso de las nuevas tecnologías, especialmente entre los más jóvenes.
Para evitar que este problema afecte el bienestar físico y mental es necesario que se desarrollen programas educativos desde edades tempranas que apuesten por un uso racional de los dispositivos móviles.
Para prevenir la aparición del problema y evitar afectaciones a la salud, es importante crear hábitos saludables y participar en aficiones que no estén relacionadas con las nuevas tecnologías.
Otras recomendaciones básicas son apagar el celular por las noches para lograr un descanso satisfactorio, realizar pequeñas salidas sin teléfono y planear actividades, como ver una película o leer un libro.
“Es importante proteger a los niños y jóvenes del uso prolongado de celulares, ya que tienen más probabilidad de presentar problemas de salud mental a consecuencia de este tipo de problema”, expuso.
Finalmente, dijo que aunque las nuevas tecnologías representan una ventaja también ofrecen estímulos que pueden provocar una dependencia.