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La artemarcialista Alexa Grasso se convirtió el pasado sábado en la primera mujer mexicana en ser campeona del mundo de la UFC, al derrotar sorpresivamente a la superestrella Valentina Shevchenko en la pelea por el título mosca de la organización más importante de artes marciales mixtas en el mundo.
A Grasso, originaria de Guadalajara Jalisco, desde muy pequeña le encantaron los deportes, y sobre todo, el boxeo.

"Desde chiquita me gustó muchísimo el deporte, mis papás me metieron a todo lo que pudiera hacer después de la escuela. El boxeo llegó a nosotros porque el abuelo de mi papá y de mi tío era boxeador", dijo a la UFC en un especial previo a la pelea del sábado.
Teniendo entre 12 y 13 años, su tío, que daba clases en un gimnasio, le dijo que tenía unos puños muy grandes y la invitó a boxear, a lo cual Alexa aceptó, y terminó enamorándose del pugilismo.
Tras dominar el boxeo y el muay thai, Grasso practicó Jiu-Jitsu con Tito Castro en un gimnasio especializado y luego de derrotar a un hombre con un "mataleón" en un torneo, fue que decidió pelear en artes marciales mixtas.
Sus inicios
Después de ver una pelea de su compañera de años, Irene Aldana (actual peleadora de UFC), se motivó y obtuvo su primera victoria como profesional cuando venció por nocaut en el primer round a Sandra del Rincón el 19 de diciembre de 2012, en una pelea que duró apenas 15 segundos. Después noqueó en 12 segundos a "Lupita" Hernández a mitades del 2013, para después de más de un año volver a la acción en un cuadrangular en la promotora Xtremekombat, ganando su primera pelea por nocaut técnico en el primer asalto, para en la final derrotar por decisión unánime a Karina Rodríguez, en la que califica Grasso como la pelea más dura que ha tenido en su vida, ya que peleó los tres rounds, y salió con bastante daño; dicho combate fue ante Karina Rodríguez, que ahora es su compañera de equipo.
Asciende
Así subió a la promotora estadounidense InvictaFC, donde derrotó a Ashley Cummins, Alida Gray, Mizuki Inoue y Jodie Esquibel, aunque seguía estudiando y trabajaba, pues aún no podía vivir de las artes marciales.

Tras su tercera pelea en Invicta FC, la buscó Dana White, presidente de UFC y le prometió charlar después.
Tras ganar su cuarta pelea en InvictaFC, White la llevó a la UFC, en donde debutó en noviembre de 2016 con una victoria por decisión unánime ante Heather Jo Clark en un evento en la Ciudad de México.
Adiós invicto
Pero algunos meses después, en febrero de 2017 sufrió su primera derrota como profesional ante Felice Herrig, quien se impuso por decisión unánime.Volvió Grasso con victoria por decisión dividida ante Randa Markos, aunque luego cayó por sumisión frente a Tatiana Suárez en la única pelea que tuvo en 2018.
Volvió a mitad de 2019 para vencer por decisión unánime a Karolina Kowalkiewicz, para después volver a perder, por una controvertida decisión mayoritaria ante Carla Esparza en combate que se llevó a cabo en la Ciudad de México en septiembre de 2019.
Inicia racha y se lesiona
Grasso no se dio por vencida, y casi un año después se impuso por decisión unánime a Ji Yon Kim, para después medirse a la dura Maycee Barber, donde a pesar de que se llevó la victoria, sufrió una lesión que la alejó de los cuadriláteros por más de un año, y llegó a pensar en el retiro. Sin embargo regresó en marzo del año pasado y venció por sumisión, por primera vez en su carrera, a Joanne Wood, sumando su tercera victoria en fila.
En octubre del año pasado derrotó por decisión unánime a la brasileña Viviane Araújo en su primer evento estelar, con lo que se ganó el derecho para pelear por el título ante la súper favorita Valentina Shevchenko a quien derrotó el pasado sábado por un mataleón en el cuarto round, dando la gran sorpresa y levantando el título de peso mosca para lograr su anhelado sueño de ser campeona en la UFC, la mejor compañía de artes marciales mixtas en el mundo.
"Cuando comencé me dijeron que nunca iba a conseguirlo, que nunca tendría un cinturón ni lograría llegar a UFC. Pero hemos trabajado muy duro y tengo un gran equipo a mi lado: mi tío, mi papá, mis entrenadores, compañeros. Tenemos mucho talento en el gimnasio y estoy muy orgullosa de eso", mencionó Grasso tras la pelea.