Se debe privilegiar un entorno de paz y promover que se atiendan los aspectos necesarios, aseguró la Arquidiócesis.
La Arquidiócesis de Durango se pronunció en contra de la destrucción de los libros de texto gratuitos y llamó a la paz, a la serenidad y a entablar acuerdos desde el diálogo esperanzador.
A través de un comunicado en el que hace referencia a la postura asumida por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se hizo referencia a la polémica que ha suscitado la edición de los libros, en una parte considerable de la sociedad mexicana.
"Esperando la resolución jurídica en torno a la distribución de los LTG para el presente ciclo escolar, la voz del Episcopado Mexicano nos ha invitado a mirar dicho acontecimiento como una oportunidad para que se atiendan con seriedad los principales desafíos educativos en México: el abandono escolar, la dificultad para regularizar los ciclos y los aprendizajes, el cuidado de las condiciones socio-emocionales de los estudiantes, la baja calidad educativa, el correcto uso de las nuevas tecnologías, la atención prioritaria a la primaria infancia, el analfabetismo en adultos, la reactivación de un sistema de información y evaluación educativa, la recuperación de la infraestructura educativa y la promoción de una verdadera participación de la sociedad en la educación".
Asimismo, se pidió evitar el entorno de violencia y confrontación, sino más bien participar desde la prudencia, discernimiento y respeto.
Y se hizo énfasis en que no se le debe apostar a la destrucción de los materiales educativos sino a su corrección y mejoramiento.
Asimismo, se recordó a los maestros que solo la persona educa a la persona, por lo que son esenciales en la tarea educativa. Y a los padres de familia, se les pidió acompañar a sus hijos en los aspectos más esenciales de la vida, mantener el diálogo y promover hábitos que construyan. Asimismo, se emitieron palabras de aliento a los estudiantes.
Postura
La Arquidiócesis se pronunció en contra de los nuevos libros de texto.
*Llama a la paz, a la serenidad y a entablar acuerdos desde el diálogo esperanzador.
*Pide evitar el entorno de violencia y confrontación, sino más bien participar desde la prudencia, discernimiento y respeto.
*No se le debe apostar a la destrucción, asegura.