(ESPECIAL)
Cuando se habla de inseguridad en América Latina, lamentablemente, México siempre sale a relucir. Y es que, durante décadas, el país ha liderado varias listas como uno de los lugares más peligrosos no solo del continente, sino del mundo.
En este sentido, según un informe elaborado este año por Global Initiative Against Transnational Organized Crime, México se convirtió en el cuarto país con la mayor tasa de criminalidad del mundo y el segundo de latinoamérica. De hecho, de 193 países, solo es superado por Colombia, el Congo y Myanmar.
No obstante, en cuanto al ranking de incidencia en el mercado criminal, México es la nación donde hay la mayor cantidad de centros de trata de personas y de tráfico de armas; seguido en segundo lugar por Colombia y luego Nigeria.
El documento señala, además, que parte de estos malos resultados es debido a los cárteles de drogas, ya que son ellos quienes “controlan el territorio en gran parte de México, cooptando al Estado a través del soborno y la intimidación, con el objetivo de facilitar sus actividades ilícitas”.
En esa misma línea, entre las ciudades más peligrosas del mundo, de acuerdo al estudio anual del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México, el registro lo encabezan Tijuana, con 138 homicidios por cada 100 mil habitantes, y Acapulco como consecuencia del tráfico de drogas.

Pero ¿qué piensan los mexicanos sobre esta situación? En la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 64.5 % de la población mayor de 18 años considera que es inseguro vivir en su ciudad.
Estas cifras fueron parte del resultado de la información recabada en 75 municipios, entre el 29 de agosto y el 15 de septiembre de 2022. En la misma, se detalla que 70.5% de las mujeres se sienten más inseguras en su ciudad, comparado con 57.2% de los hombres, una tendencia que se repite desde el 2013.
Ante esto, las personas han buscado infinidades de alternativas para sentirse a salvo, estando entre las más costosas movilizarse en automóviles blindados, una opción que empezó a conocerse en la década de los 70 y que con los años ha ido creciendo.
En la actualidad, existen alrededor de 200 empresas dedicadas a este rubro, aunque menos de la mitad están registradas ante la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, sin contar que solo un cuarto estarían asociadas a instituciones como el Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB) y Asociación Mexicana de Blindajes Automotores (AMBA).
La Secretaría de Seguridad Pública Federal estableció en el 2008 la regulación obligatoria de todas las empresas blindadoras de automotores. El propósito era poder tener un control y seguimiento de esta actividad, pues algunas bandas del crimen organizado cuentan con talleres clandestinos que practican este trabajo.

Sin embargo, más del 50% de estos negocios operarían de forma ilegal, con precios más bajos y con menos calidad de los estándares, lo que según el CNB les estaría causando un gran problema. Y es que la organización manifestó que el costo del blindaje ha subido entre 15 y 20% a causa de este hecho.
Aunque, otro elemento que se suma a las dificultades del sector, es el encarecimiento del acero, el aluminio y otras materias primas, debido a la sobredemanda proveniente de Rusia y Ucrania por el actual conflicto bélico entre las naciones.
Por su parte, la AMBA también registró un descenso de 8% en sus ventas durante el primer semestre a causa de estos inconvenientes, además de la falta de chips que escasea el inventario de unidades. Incluso, las compras del Gobierno han ido a la baja en los últimos seis años, recordemos que muchas unidades de la policía y de los grupos en la lucha contra la delincuencia eran protegidos con este sistema.
A pesar de estos antecedentes, hay personas que siguen apostando a esta alternativa ante los niveles de inseguridad que no dan tregua en el país. Por ello, el comercio del blindaje continúa de pie frente a los problemas ya mencionados.
Tipos de blindaje
En México, el blindaje de vehículos resistentes a impactos balísticos se divide en varios niveles y va desde el 2, 3, 4, 5 y 7. En la Ciudad de México, por ejemplo, el más usado es el 3 y el 4, mientras en otras partes del interior del país se usan más el 5 o 7.
Según la AMBA, 65% del mercado corresponde solo al nivel 3 de blindaje, el cual sirve contra ataques de la delincuencia común, la mayoría de ellos perpetrados con pistolas o revólveres. Asimismo, más del 30% pertenece a blindajes superiores, hasta de nivel 7; estos protegen a las personas de la acción de armas largas como metralletas o granadas.
Respecto a los precios, aquellas unidades blindadas de fábrica superan el millón de pesos. En cuanto a las personas que prefieren invertir en adaptar su auto, pueden gastar entre 15 mil y 85 mil dólares en blindaje, dependiendo del nivel elegido.
Cabe destacar que, entre los vehículos acorazados más vendidos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Blindajes Automotores, los SUV ocupan el 92%, seguidos de las Pickups con 4%, Sedán 3% y los tácticos 1%. De igual manera, las marcas más blindadas fueron Chevrolet, Jeep, BMW, Mercedes-Benz, Ford y GMC.
En caso de accidentes, existen seguros de autos especiales para los automóviles blindados. Muchos de ellos no solo cubren los daños ocasionados en los bienes y personas, el robo o pérdida total, sino también todas aquellas modificaciones realizadas que cambien tanto el diseño, como el funcionamiento original del vehículo.
No cabe duda de que blindar un auto puede ser una alternativa a tener presente para quienes tengan el ingreso económico suficiente para hacerlo; no obstante, para muchos mexicanos y mexicanas lo ideal sería vivir en un país donde se pueda estar tranquilamente, sin necesidad de buscar fórmulas para resguardar sus vidas.