México se encuentra en el puesto 12 de los máximos productores de café cereza, con un registro de 947 mil 92 toneladas.
La aceptación del café en México fue lenta, pues para el siglo XVIII, cuando fue introducido, la bebida más popular era la hecha con chocolate. Sin embargo, con el tiempo, logró posicionarse en el gusto de la gente, al punto que en el siglo XIX se abrió la primera cafetería en el país.
A partir de entonces, el consumo y la producción del café han aumentado año con año. De acuerdo con el Panorama Agroalimentario 2022, una publicación del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), durante los últimos cinco años la tasa media anual de crecimiento en la producción ha sido de 3.2 por ciento.
Siguiendo siempre a la misma publicación, se estima que el consumo anual per cápita de café es de 796 gramos.
A nivel mundial, México se encuentra en el puesto 12 de los máximos productores de café cereza, con un registro de 947 mil 92 toneladas.
Geográficamente, la distribución en cuanto a responsabilidad de crear esta semilla reside en estados que se encuentran en la parte baja del país, en especial el sureste. Las entidades que más producen café cereza son los siguientes: Chiapas, con 384 mil 550 toneladas, un 36.4 por ciento del total; Veracruz, con 229 mil 849 toneladas, un 25.8 por ciento del total, y Puebla, con 149 mil 549 toneladas, un 16.8 por ciento del total.
A nivel de producción y de comercio, el café tiene importancia para México. El mismo documento de la SIAP aclara que 2021 el país ocupó el octavo lugar en exportación de café aromático. Su principal cliente es Estados Unidos, que dejó una ganancia de más de 200 millones de dólares durante ese año. Otros clientes que disfrutan del café mexicano son países europeos como Bélgica, Italia, Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, y de otras latitudes como Canadá, Japón o Australia.
A su vez, México también importa café de diversos países, como el mismo Estados Unidos o Reino Unido, pero en especial de América Latina, desde Brasil, Guatemala, Costa Rica, Perú, Colombia y Costa Rica.
NUEVOS ESTUDIOS
De acuerdo a un artículo de The New York Times, los últimos estudios sobre los efectos del café y la cafeína, su principal ingrediente activo, para la salud son tranquilizadores. Se ha vinculado su consumo con una reducción en el riesgo de todo tipo de padecimientos, entre ellos, la enfermedad de Parkinson, cardiopatías, diabetes tipo 2, cálculos biliares, depresión, suicidio, cirrosis, cáncer de hígado, melanoma y cáncer de próstata.
De hecho, en numerosos estudios realizados en todo el mundo, se ha asociado el consumo diario de cuatro o cinco tazas de café de 236 mililitros (unos 400 miligramos de cafeína) con una reducción en las tasas de mortalidad. En un estudio de más de 200,000 participantes al que se le dio seguimiento durante 30 años, las personas que bebieron de tres a cinco tazas de café al día, con o sin cafeína, fueron un 15 por ciento menos propensas a morir prematuramente, por cualquier causa, por encima de la gente que evitó el café. Tal vez lo más dramático fue una reducción de un 50 por ciento en el riesgo de suicidio entre los hombres y las mujeres que eran consumidores moderados de café, tal vez porque estimularon la producción de químicos cerebrales que tienen efectos antidepresivos.
Como concluyó un informe publicado el verano pasado por un equipo de investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, aunque la evidencia actual podría no justificar la recomendación de consumir café o cafeína para prevenir enfermedades, para la mayoría de la gente que bebe café con moderación "puede ser parte de un estilo de vida saludable".