Bella por fuera, sana por dentro

Cuando se llega a ser madre es normal que ciertas cosas de la vida tengan que cambiar, como la responsabilidad, cuidado, amor y atención para los hijos y la familia.

Sin embargo, también hay pequeños detalles en las mujeres que cambian y no por ser pequeños, son menos importantes. Esto se refiere a lo que le gusta a una mujer, que es sentirse y verse más hermosas. Aunque por los horarios y responsabilidades de cada mamá, es difícil darse un tiempo único para ellas mismas, pero no imposible.

Por eso es importante que haya momentos y hábitos saludables que además de hacer más feliz a la persona, ayudarán a mantener un buen estado de ánimo y estar física y mentalmente sana.

La belleza exterior

Una buena rutina de belleza es una de las principales cosas que hay que considerar día con día. Maquillarse, pintarse el cabello, arreglarse las uñas, cuidarse la piel y elegir ropa son aspectos valiosos que van integrados la rutina de sentirse bien. Sin embargo, es una realidad que a las mujeres, a partir de los 30 o 35 años, empiecen a notar líneas de expresión, arrugas, bolsas o patas de gallo.

Aunque esto es algo natural y forma parte del envejecimiento, no todas las mujeres se sienten seguras y por ello optan en cubrir estas marcas con productos de belleza como jabones, sueros para la piel o cremas. Esto se debe también al miedo que puede surgir de someterse a una cirugía para poder desaparecer estas imperfecciones.

Debido a esto, existe una manera en la que puedes remover esas bolsas u ojeras con una radiofrecuencia bipolar. Este es un tratamiento invasivo que ayuda a reducir arrugas y repara los tejidos de la piel para darle más suavidad y firmeza. Una ventaja de este tratamiento es que, al no pasar por un quirófano, no se necesita un postoperatorio, es decir, que el modo de recuperación es más rápido.

Otra opción que no lleva cirugía y que puede ayudar con el rejuvenecimiento de la piel es el estiramiento facial. Al igual que la radiofrecuencia bipolar, este tratamiento no necesita recuperación y el costo es más reducido. Ayudará con la flacidez en la piel y puede aplicarse en diferentes zonas del cuerpo como en los brazos, piernas y glúteos. La elevación de mejillas, perfeccionamiento del cuello, levantamiento de cejas y rejuvenecimiento de manos y pies, también son ejemplos de lo que el estiramiento facial puede brindar para nuestra piel.

La belleza interior

Hay veces en que se pasa un buen momento con la familia, pero no se siente esa felicidad esperada o en la mayor parte del día hay un cansancio mental. Estas situaciones les pueden pasar a cualquier persona, pero existen soluciones.

Existen pequeños hábitos que no requieren mucho tiempo, así que son buena opción para implementarlos día con día. La constancia hará que los cambios sean notorios.

El yoga, por ejemplo, es una actividad de meditación con ejercicios de postura y técnicas que ayudan a conseguir un mayor control físico y mental. Tiene beneficios para el cuerpo, como evitar los hombros abatidos, mantener las curvas naturales de la columna vertebral, relajar la mandíbula y reafirmar un movimiento adecuado en las rodillas para permitir una mejor pisada.

Ya al tener en práctica esta actividad el cuerpo se vuelve más flexible a nivel del sistema nervioso, reduce el estrés y la ansiedad y mejora las funciones cerebrales. Notarás que el estado de ánimo estará más elevado, lo que provocará una mayor sensación de felicidad, además de que se aprovechará mejor el sueño, pues se dormirán las horas necesarias.

El mindfulness, o en español atención plena, está asociado con el yoga en cuanto a la meditación y relajación, pero esta actividad se enfoca en la salud mental. Son ejercicios que hacen conectar a la persona consigo misma, poniendo la atención en el presente, en lo que piensa y lo que siente. Se puede iniciar con hábitos pequeños, como sentarte a pensar profundamente en las propias emociones y escribir al respecto. Esto puede incluso ser de ayuda si se acude a un especialista como un psicólogo.

El objetivo de esta práctica es que a un mediano plazo comiencen a reducirse síntomas comunes como estrés, ansiedad y depresión, además de tener bienestar y rendimiento en diversas áreas: educativas, laborales, educativas y clínicas.

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