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¿Alguna vez se han identificado con un personaje de anime? Bueno, esto es más normal de lo que parece, pues en varias ocasiones los personajes, sean protagonistas, secundarios o incluso extras, están diseñados y pensados para que el espectador pueda empatizar con ellos y la historia.
De seguro te has encontrado a más de un personaje que comparte características similares, como lo son los protagonistas de historias anime tipo “shonen” o “shoujo”, siendo en su mayoría jóvenes con un objetivo o sueño por conquistar en la vida, acompañados de una personalidad alegre, explosiva, amistosa y hasta valiente.
Por supuesto no todos son así y dependiendo mucho del género y trama de la historia se nos puede presentar a personajes con características más apacibles, intensas o incluso depresivas. Un ejemplo de ello es el protagonista de Evangelion, “Shinji Ikari”, que es odiado por unos y amado por otros, viviendo en el eterno dilema sobre sus decisiones a lo largo de la serie, lo que lo ha llevado a ser blanco de críticas por parte de los mismos fans que alegan preferir a un protagonista con una visión más certera sobre sus acciones y también “menos llorón”.

Lo cierto es que “Shinji” es un personaje bastante completo, pues hay que entender que se trata de un joven de 14 años que ha vivido traumas a lo largo de su vida, sumado a sus problemas para relacionarse con otros y el eterno conflicto por no entenderse con su papá.
Ciertamente, “Shinji” es un ejemplo de personaje con el que varios pueden identificarse, sin embargo, la mayoría probablemente intentemos buscar una figura más “valerosa” con la que podamos reflejarnos, y es precisamente ahí cuando caemos en la idealización. Por supuesto, no estoy diciendo que está mal identificarnos con alguien como el protagonista de un Shonen, todo lo contrario, es de lo más normal, para todo hay gustos y colores.

Sin embargo, también es bastante común que en las historias se recurra a la idealización con personajes casi perfectos a los que no les falta casi nada. Un ejemplo de este tipo de personajes es desde hace unos años “Itachi Uchiha” de Naruto, el cual a modo de broma, ha sido catalogado como una “autoinserción” del mismo autor en la obra, Masashi Kishimoto.
Ejemplos como Itachi hay muchos y no creo que estén del todo mal, sólo que quizá, a veces es necesario que todos, incluso los personajes ficticios, sean reflejados con errores y tropiezos como cualquier persona, para que podamos empatizar con ellos al sentirlos un poco más reales. ¿Te has identificado con algún personaje de anime? Puedes contármelo en mi página de Facebook y darme tu opinión: Amy Kuy