Musas atiende a las mujeres víctimas de violencia extrema, y las prepara para su nueva vida. (EL SIGLO DE TORREÓN)
"Mientras exista un sistema patriarcal machista, existirá la violencia; la violencia se visibiliza más porque hay más lugares a dónde acudir, antes quedaba en cuatro paredes", comentó Evangelina Velázquez, directora de Musas, refugio para mujeres víctimas de violencia extrema.
Actualmente, este albergue, cuenta con una capacidad de atención para 13 mujeres y sus hijos, y actualmente se encuentra al máximo.
Mujeres Solidarias en Acción Social (Musas), no solo son una opción de resguardo para las víctimas de violencia extrema, sino un lugar donde su vida se reinicia, donde se preparan desde otra visión de la vida.
De acuerdo con Evangelina Velázquez, directora de la asociación, el proceso que viven las mujeres que son atendidas en el albergue, tarda en promedio tres meses, a veces más, a veces un poco menos, de acuerdo a las necesidades de cada una.
Pero durante este tiempo, se capacitan para tener las herramientas para una nueva oportunidad.
"El proceso es una atención integral de especialistas, de un equipo multidisciplinario que tenemos, ahí dan atención psicológica médica, capacitaciones laborales, de belleza, repostería; tienen todos los servicios de manera integral para que puedan mediante herramientas pasar su proceso de violencia", explicó.
Y también, durante ese tiempo, se reconstruyen las redes de apoyo, como las relaciones de amistad, las familiares, que pudieron verse afectadas durante el período de violencia en el que se mantenían.
"Es un proceso que iniciamos con ellas para que puedan tener una red de apoyo, que puedan buscar vivienda, trabajo, educación para sus hijos y bueno, otro entorno donde no se repita el silencio", dijo Velázquez.
"Salvamos vidas, evitamos feminicidios", dijo, puesto que la mayoría de las mujeres que se atienden, en algún momento estuvieron amenazadas por sus agresores.
