Aunque existen normativas que impiden esta práctica, se busca reducir todos los resquicios legales en Durango. (EL SIGLO DE TORREÓN)
A fin de evitar que las mujeres de los pueblos originarios sean objetivo de matrimonio o unión forzada o bajo coacción alguna, principalmente en menores de edad, se analizará una iniciativa de reforma a la Ley General de los Pueblos y Comunidades Indígenas.
"Si pretendemos llegar a consolidar una sociedad responsable, necesitamos que los responsables de la crianza y cuidado de nuestras niñas y niños sean personas adultas, con criterio propio, bien formados, bien informados y capaces de hacer frente a los retos que les depara la vida de matrimonio y como padres de familia", dijo el diputado local Fernando Rocha Amaro.
Consideró que el matrimonio infantil impone el rumbo de la vida de los involucrados, reduce al mínimo la posibilidad de su desarrollo personal y limita la existencia de los mismos.
Informó que, si bien la frecuencia con la que se realiza esta práctica se ha reducido en todo el mundo, donde una de cada cuatro que se casaban hace 10 años era menor de edad, en la actualidad sucede en una de cada cinco; por lo que sigue siendo una práctica generalizada.
"Independientemente de que sea hombre o mujer, ningún adolescente y menos aún, una niña o un niño, no tienen por qué tomar esa responsabilidad y no hay motivo válido para que se unan en matrimonio o en una relación similar pues, ello implica que no se les permita adquirir la suficiencia para decidir sobre su propia vida", resaltó.
Agregó que la UNICEF señala que el matrimonio infantil amenaza las vidas, el bienestar y el futuro de niñas de todo el mundo, ya que se entiende al respecto todo matrimonio formal o unión informal entre un niño menor de 18 años y un adulto u otro niño.