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El turístico Eje Cafetero colombiano es desde hace décadas uno de los principales motores económicos por albergar uno de los productos estrellas colombianos, el café. En la actualidad, sin embargo, la crisis cafetera abre paso poco a poco a otro cultivo: el cacao.
En la finca Maracay, una de las numerosas haciendas agrícolas de esta montañosa zona, enclavada en los departamentos colombianos de Caldas, Risaralda y Quindío, sorprendentemente no cultivan café.
En esta finca privada se pueden observar numerosas plantas de cacao de no más de tres metros a lo largo de un camino en bajada que pueden disfrutar los amantes de la naturaleza. A los lados del sendero, los auxiliares de campo tratan con delicadeza las plantas con los amargos frutos.
El continuo intercambio de sol y lluvia en los cielos del Eje cafetero durante todo el año genera un lugar único para el desarrollo del cacao y su cosecha, como también lo es para otros cultivos como el café.
Cuando se recoge el cacao de la planta, el siguiente paso es el proceso de fermentación, que dura cinco días y en el que "hay que revolver el cacao para que no quede mal fermentado", explica uno de los auxiliares de campo de esta finca, Víctor Zambrano, situada en el departamento de Risaralda, a las afueras de su capital, Pereira.