(RAMÓN SOTOMAYOR)
Frente a sus ojos aparece un plano de la desaparecida Compañía Agrícola de Tlahualio, en él observa los diferentes elementos que la constituían e interpreta la historia a través de los distintos símbolos y significados. El doctor Octavio Herrera Pérez explora los mapas albergados en el Archivo Municipal de Torreón, antes de impartir su conferencia en la noche del jueves titulada ‘Atisbo a la cartografía histórica de Coahuila’.
Sentado en una silla junto a los mapas, el historiador y profesor de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) comenta que la cartografía supone una imagen elaborada por el hombre, gracias a herramientas técnicas, con el fin de plasmar y conceptualizar un territorio. Indica que, cada época, en el transcurso de los siglos, ha requerido de conocer el espacio donde se habita y por eso se ha recurrido a especialistas de cada época como ingenieros, cartógrafos y topógrafos, para plasmar una idea territorial.
“La cartografía nos es muy importante porque los antiguos nos han dejado un legado que puedes verlo aquí, en este archivo histórico, cómo hay colecciones completas de referencias cartográficas desde que se construye la región de La Laguna”.
Expresó que los primeros conquistadores españoles que arribaron a la región no pudieron transformar el territorio, donde ríos como el Nazas entraban y formaban lagunas, debido a la falta de herramientas tecnológicas que sí estarían disponibles a finales del siglo XIX, periodo donde Torreón comenzó el despegue de su desarrollo.
“Antes del siglo XIX los mapas no tienen escala o son de escala aproximada, pero son muy hermosos porque reflejan características de su época que resultan muy atractivos”.
Para leer un mapa, el doctor Herrera indica que, como en toda disciplina del conocimiento, se debe tener interés. Su línea metodológica es el territorio, eso lo lleva a los mapas; se cuestiona cómo se construye y se transforma. Entonces los mapas se convierten en herramienta fundamental al otorgarle una pauta para visualizar esas transformaciones.
“Los primeros planos de la Laguna eran muy básicos, después se fueron haciendo más precisos. Yo me voy dando cuenta de cómo se transforma el espacio”.
El mapa es herramienta, apoyo y fin en sí mismo. De ese sitio pasa a un segundo aspecto que consiste en hacer la historia a partir de la cartografía. Es fundamental saber qué pregunta se quiere lanzar al mapa, como cuando un historiador interroga a un documento. Entonces, un brillo de emoción aparece tras los anteojos del profesor y se dirige al plano de la Compañía Agrícola de Tlahualilo para ejemplificar su idea.
“Aquí está el asentamiento del cuartel general de la Compañía de Tlahualilo. Ya no existe, desapareció, solamente queda en la memoria. ¡Fíjate cuántos datos nos proporciona este mapa! Nos proporciona que es un cuartel general de una compañía muy poderosa, que dispone de oficinas administrativas, de espacios de trabajo y alojamiento del personal, incluso hay un teatro y un mercado que te habla de que es un pueblo”.
Además, el experto amplió que el mapa constituye un instrumento de poder y ha servido a los poderosos para medir los límites de sus territorios y también para diseñar estrategias en las guerras.
La conferencia ‘Atisbo a la cartografía histórica de Coahuila’ fue organizada por el Archivo Municipal de Torreón, en colaboración con la Academia Nacional de Historia y Geografía filial Coahuila.
