En su mensaje por el Domingo de Ramos, el Arzobispo habló sobre la condición humana y la esperanza que debe prevalecer.
Durante la misa del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa, el arzobispo Faustino Armendariz Jiménez, invitó a los fieles a participar meditando en las actividades que se realizarán en las 99 parroquias de la Arquidiócesis.
Refirió que entre dichas actividades, el próximo jueves, día de la celebración de la cena del Señor, se hará el ritual en la penitenciaría del lavatorio de pies y también se llevará a cabo en Catedral; mientras que el viernes se realizará el Via Crucis, al cual convocó a participar a la población meditando la pasión y muerte de Jesucristo, "no es un espectáculo el Via Crucis ni el domingo de palmas, sino que son momentos en los cuales la fe se desborda en las multitudes que quieren acompañar a Jesús en su camino a la Cruz", indicó.
Y posteriormente, el sábado será la vigilia pascual, "que es la principal celebración de la iglesia católica a lo largo de todo el año, no lo es ni la Navidad, ni el Día de las Madres, es la vigilia Pascual, Cristo que resucita dice San Pablo, porque si no hubiera resucitado, vana sería nuestra Fe", enfatizó.
En su mensaje por el Domingo de Ramos, el Arzobispo habló sobre la condición humana y la esperanza que debe prevalecer, "hoy hemos vivido y traspasado con Jesús ese puente del aleluya, del hosanna, de la alegría; pero pronto para el viernes santo atravesaremos como parte del camino ese otro puente del crucifícale, porque así somos los seres humanos, en un momento alabamos a Dios y en otro momento, como Judas, como Pedro, lo traicionamos y lo negamos".
"Es una oportunidad este tiempo de Semana Santa y lo fue el tiempo de Cuaresma para reconocer con humildad quiénes somos y quién soy yo como católico, de manera muy personal. El Señor un día nos pedirá cuentas de nuestra vida, quizás a unos más pronto que a otros. Hoy puede ser la última Semana Santa que nos permita vivir", dijo.
Por lo que invitó a vivir la Semana Santa con humildad y reflexión. "Hermano, hermana, que el señor te ayude a vivir una Semana Santa llena de fe, ojalá lo hagas en un templo, ojalá lo hagas como comenzaste, reunidos con la asamblea, con la comunidad. Reunidos no solamente para venir por un trozo de palma y colocarla en la puerta de tu casa, sino reunidos sobre todo para tener el corazón abierto y decirle: Señor hágase tu voluntad en mi vida. Pero también reunidos porque sabemos que muchos de nosotros tenemos algo en nuestro corazón que poner en las manos de Dios. Tenemos esperanzas, tenemos sufrimientos, tenemos enfermos, tenemos abandonados", expresó.