Con 36 años de edad, Gabriel Boric que apenas hace 10 años era líder estudiantil de izquierda, perteneciente a una generación de políticos jóvenes descontentos con la evolución de su país en las últimas tres décadas, inició el 11 de marzo de 2021 su mandato como el primer presidente de Chile que no pertenece a uno de los partidos tradicionales que han gobernado desde el retorno a la democracia en 1990.
En efecto, las fuerzas de centroizquierda y centroderecha se han alternado el poder con Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018), y dos por Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018 hasta la fecha). Con una coalición del Partido Comunista y del Frente Amplio, Boric superó a su rival, el abogado de derecha radical José Antonio Kast con una inesperada diferencia de 12 puntos porcentuales.
El paquete de reformas que Gabriel Boric presenta al pueblo chileno incluye el proyecto de reforma a la Constitución para hacer de Chile un país multinacional con autonomías que fue rechazado por el congreso a poco de iniciado el nuevo gobierno.
Pasado el tiempo la suerte ha mejorado y la reciente aprobación de la Ley de Reforma Laboral es un necesario triunfo para el joven presidente.
Presentada en 2017 por las diputadas comunistas, ahora pasa con 127 votos a favor,14 en contra y tres abstenciones, tiene por objeto reducir en los próximos cinco años la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales. En 2005 Chile ya había reducido su jornada laboral de 48 a 45 horas.
La ley actual deja a las mujeres que trabajan tiempo para dedicar a sus familias y autoriza a padres y cuidadores de menores de 12 años anticipar o retrasar hasta dos horas el ingreso o salida de sus trabajos.
Fruto de más de 200 sesiones del "diálogo social" entre trabajadores y empleadores de grandes, medianas y pequeñas empresas y el gobierno, las cámaras empresarias, que le introdujeron gradualidad y flexibilidad, calificaron de positivo el proyecto. Algunas advirtieron que "no todas las empresas serán capaces de resistir" porque los costos de producción podrían subir un 10% por contratación de más mano de obra, y el 6% por el proyecto de pensiones a cargo del empleador. La práctica dirá.
La ley deja a las mujeres trabajadoras tiempo para dedicar a sus familias y autoriza a padres y cuidadores de menores de 12 años a anticipar o retrasar hasta dos horas el ingreso o salida de sus trabajos. El sector público pide ampliar la Ley a funcionarios y a las Fuerzas Armadas.
El Presidente Boric tiene entre sus planes realizar una amplia reforma tributaria que aumentaría en cuatro años la recaudación fiscal en 5% del Producto Interno Bruto para financiar reformas sociales, bajo un compromiso de "responsabilidad fiscal" y gradualidad en la aplicación de los cambios. Esto implica subir impuestos a los superricos, a las empresas, a los combustibles, establecer un ingreso base a las empresas mineras y bajar el impuesto al consumo (IVA).
El pasado miércoles 8 de marzo, sin embargo, la Cámara de Diputados rechazó el proyecto que habría permitido aumentar el gasto público en salud en 1.5% del PIB y transformar gradualmente el actual sistema de seguros privados de salud en un fondo universal que financia centros públicos y privados de atención. El gobierno pretende hacer una profunda reforma en materia de pensiones con una institución pública autónoma mixto y crear gradualmente una Pensión Básica Universal.
El vasto programa renovador de Boric fortalece la educación pública, mejora las condiciones laborales de los profesores, condona las deudas educativas con pagos a largo plazo por parte del Estado, y crea un nuevo sistema de créditos hasta alcanzar la gratuidad universal.
El tema de Derechos Humanos se cubre ampliamente en el programa. Se prevé una política migratoria regular, ordenada y segura que respete los pactos internacionales con firme enfoque humano, empadronar a indocumentados y mejorar las condiciones de asentamiento de los migrantes para el bienestar de las comunidades donde lleguen a vivir. Se crea un Ministerio de Seguridad, Protección Civil y Convivencia Ciudadana que concentrará el combate al narcotráfico junto con un nuevo sistema de control de armas y municiones.Se reforzará la subordinación de los Carabineros al poder civil. No falta en el programa una comisión para revisar casos de violaciones de derechos humanos ocurridas en el régimen de Pinochet
Las profundas transformaciones que el Presidente Boric anuncia se enfrentará a grandes desafíos como el de mantener el apoyo de la coalición electoral que lo llevó al poder, el cómo gobernar sin mayoría en el Congreso, y establecer el diálogo con el empresariado mientras se navega en un proceloso frenazo económico.
Gabriel Boric ya se lanzó con juvenil confianza pero hay que recordar que en la compleja maleza política chilena se encuentran políticos avezados como los presidentes Frei, Alessandri, Aylwin, Bachelet y otros más que sirvieron a un pueblo de larga historia que experimentó regímenes socialistas y dictaduras de izquierda seguidos de gobiernos de aspiraciones democráticas. Las esperadas reformas no están siendo nada fáciles en estos tiempos de parámetros sociales en ebullición y de complicadas opciones geopolíticas y económicas minadas de rivalidades continentales. El éxito que se le desea a Boric será para toda una América Latina en la que México es intermitente factor.
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