Clausuran centro de rehabilitación por probables agresiones físicas a internos así como anomalías administrativas.
Un centro de rehabilitación fue clausurado por probables casos de abuso físico contra los internos, además las autoridades encontraron anomalías en los requerimientos para operar.
El lugar está ubicado sobre la calle Prolongación Universal, marcado con el número 1079, de la colonia Bella Vista, que se encuentra en el sector sur de la ciudad de Torreón.
De acuerdo con la información proporcionada por Víctor Ramos, director de Prevención al Delito en el Ayuntamiento, el centro ya contaba con una revisión previa en la cual les dieron varias recomendaciones a los administradores y recibieron un tiempo a fin de que regularizaran su situación; sin embargo, antes de que el tiempo de prórroga concluyera, recibieron quejas de los familiares en torno a posibles casos de abuso físico.
"Fueron familiares de los jóvenes internos los que reportaron que había casos de violencia en el centro, incluso castigos con descargas eléctricas, por lo que hoy acudimos a revisar la situación donde no tenemos más alternativa que clausurar ante las múltiples anomalías que encontramos" explicó Víctor Ramos.
Fue poco antes de las 13:00 horas de la tarde del martes que hasta dicho lugar arribaron elementos de Inspección y Verificación, personal de la unidad de Protección Civil y agentes de la Policía Municipal, para llevar acabo el operativo al interior del centro. Trece internos fueron sacados y reubicados. Además, solicitaron la presencia de los familiares de dos adultos mayores con discapacidad para caminar que atendían en el lugar para que los trasladaran a sus hogares o bien reubicaran en alguna casa de reposo.
Asimismo, se hicieron presentes los elementos de la Agencia de Investigación Criminal (A.I.C) de la delegación Laguna I de la Fiscalía General del Estado de Coahuila para tomar las declaraciones de quienes se dijeron víctimas de maltrato y abuso físico, por lo que las autoridades realizarán la investigación correspondiente.
Por su parte, vecinos del sector informaron que por las noches escuchaban quejidos y llantos y que el propietario del domicilio acudía constantemente pero que al estar circulando en su auto deportivo se desplazaba a exceso de velocidad, por lo que temían que arrollara a algún menor, pero que era prácticamente imposible dialogar con él.
Agregaron que si bien, observaban la salida y entrada de jóvenes, desconocían a ciencia cierta si es que el domicilio era empleado como centro de rehabilitación, pues no cuenta con ningún letrero o nombre en el exterior, así que se sintieron aliviados de que las autoridades intervinieran.