Continuando con la reseña de construcciones, paseos públicos y casas que cuentan ya con un centenario de existencia, en esta ocasión aportaremos datos de algunas de ese tipo de construcciones y sobre todo, de dos paseos públicos que ya representan toda una leyenda en la región, y de las cuales nos sentimos los laguneros orgullosos, por haber sido nuestro paseo obligatorio durante la niñez y juventud, así como en la plenitud de nuestra vida.
La Alameda Zaragoza de nuestra gran ciudad es un gran paseo público que data del año de 1898, cuando el gran personaje lagunero don Joaquín Serrano, donó al municipio cuatro manzanas con la finalidad de que los habitantes de la recién constituida “Villa del Torreón” tuvieran un espacio público digno de ellos y de su familia, y además, donó un buen número de álamos para que fueran sembrados en tal espacio público.
Con el paso del tiempo se estableció “La Fuente del Pensador”, esto en 1928, además se le estableció un lago al que se le llamó Lago Coahuila, por tener la forma de nuestro Estado, en su sitio se encuentra la biblioteca “Luis García de Letona” y continuamente es objeto de remodelaciones.
Otra de las construcciones icónicas de nuestra gran ciudad de Torreón, viene a ser el legendario “Hotel Francia”, construido aproximadamente en el año de 1899 al finalizar el siglo XIX, llamado originalmente “Hotel Francés” el cual perteneció originalmente a los ciudadanos franceses Pedro Michou y Julio Docet, encontrándose ubicado en la calle de los Ferrocarriles, luego calle Iturbide y actualmente avenida Presidente Carranza. Originalmente, esta construcción constaba de dos pisos y en 1956 se le agregó un piso más, en su fachada sobresalían los dinteles y marcos de cantera, su piso original era de machimbre de madera, sus ventanas tenían forma de arcos rebajados y balcones de hierro forjado, tal construcción tenía una influencia neoclásica y la parte posterior contaba con algunas reminiscencias neocoloniales.
Otro gran hotel, ya de principios del siglo XX (1904), es el que se encuentra construido en la avenida Hidalgo y calle Zaragoza, el cual fue construido por el coronel don Carlos González Montes de Oca y al cual se le impuso el nombre de un hijo del propietario, y fue uno de los más lujosos, sirviendo de alojamiento a Presidentes de la República como don Venustiano Carranza, y a grandes revolucionarios como Pancho Villa, habiendo sido cuartel en las revoluciones, se dice que la construcción del mencionado hotel es una típica muestra de la influencia europea que en nuestra gran ciudad tuvieron las construcciones de principio del siglo XX.