Sin duda alguna la alimentación es un factor fundamental en el rendimiento deportivo, y es de vital importancia que se adapte a las diferentes necesidades y exigencias en los diferentes periodos de la preparación o competencia del deportista, y aun más en las fases de descanso o recuperación del atleta, como complemento de su recuperación emocional y física.
Para esto es necesaria una adecuada evaluación nutricional que determine si el consumo alimenticio del atleta es el adecuado para cubrir las necesidades energéticas de la actividad física y deportiva que desempeña, y evitar carencias o deficiencias nutricionales que puedan afectar su desempeño deportivo.
Dentro del alto rendimiento deportivo, la nutrición es un factor a considerar como parte esencial de la formación del atleta, y debe cubrir un aspecto similar al del entrenamiento físico o técnico, y así mismo vigilar tanto carencias como excesos, ya que la correcta alimentación diaria participa de manera positiva e importante en un óptimo desempeño físico.
Un alimentación inadecuada (mal equilibrada) o insuficiente se traduce en alteraciones metabólicas, bioquímicas y fisiológicas que darán como consecuencia dificultad para la adaptación al entrenamiento, y por ende en el rendimiento. Pasar por alto este importante detalle en el cuidado del atleta puede tener por consecuencia estados patológicos, que pueden tener manifestación en situaciones como estados de fatiga crónica o sobre entrenamiento que se traducen en bajo rendimiento y lesiones.
La nutrición, debe cubrir en el deporte aspectos energéticos que proporcionen los medios para que el rendimiento tanto en la preparación como en la competencia sean los óptimos. ¡Hasta la próxima!
