Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

CONTRALUZ

EL VALOR DEL RECONOCIMIENTO

Piedras Negras atraviesa por una venturosa coincidencia: Cumple 137 años de su fundación, y se entregan, por parte del Ayuntamiento, reconocimientos a ciudadanos distinguidos de la ciudad. A la vez acaban de darse a conocer las preseas por trayectoria periodística de parte del Gobierno del Estado, entre las cuales se incluyen varias a nigropetenses. Me alegró hallar toda la información en el diario local, como en un abanico que nos invita a recordar la importancia del reconocimiento.

A ratos volteamos en derredor nuestro y vemos casos de niños sometidos a acoso escolar o a violencia intradoméstica. De igual manera mujeres presas de ese micromachismo que, "como cuchillito de palo" va mermando su autoestima. En unos y otros casos distinguimos la forma como tales mecanismos van acabando con la valía de la persona. Tal vez algo similar encontramos en los centros de trabajo: la pequeña envidia; la calumnia; la doble cara. Situaciones que hacen sentir a la persona poco más que inadecuada.

Caso aparte, conocemos, aunque a ratos se nos olvida, lo valioso que llega a ser el reconocimiento en la vida de un individuo. Sentir que lo que viene haciendo es notado y aplaudido por sus compañeros. Y, aunque lo que hace lo hace por propia convicción, y lo seguiría haciendo con igual entusiasmo siempre, el obtener un reconocimiento de parte de quienes le rodean no deja de representar un motivo más para seguir esforzándose. Me hallé un excelente artículo que define que "el reconocimiento ocurre cuando uno se siente valorado y competente por sus hechos y cualidades."

Vivimos en un mundo que transita a gran velocidad, tanto en tiempo como en distancia. Cada vez tenemos menos ocasión para conocernos, para poner la atención hacia aquello que no sean nuestras necesidades básicas. Las sociedades cambian de manera constante, se incorporan nuevos elementos culturales, y a ratos parecemos extraviarnos a nosotros mismos en ese vórtice imparable. Cumplimos con nuestro trabajo por disciplina, en los casos más afortunados lo hacemos por gusto, con todo el entusiasmo puesto en ello. De este modo es como el reconocimiento del grupo social es una justa presea para la inversión de tiempo, de esfuerzo y de entusiasmo que se ha hecho en la empresa que se desarrolla.

A ratos se nos olvida que dentro de cada ser humano hay diversas capas, y que la más exterior no necesariamente refleja lo que se lleva dentro. Todos tenemos emociones que nos mueven y nos llevan hacia los demás, pero buena parte nos las guardamos y llegan a hacer mucho daño. Justo ayer leía una crónica llamada "Yo ya me voy" de Aníbal Santiago, periodista mexicano. Narra un caso real de suicidio de un niño de 10 años, después de una llamada telefónica con su papá, quien tiene que estar fuera del país pues enfrenta cargos por un delito que no cometió. Quienes conocieron al pequeño se preguntan qué pudo haber sucedido con un niño siempre alegre, probablemente con Trastorno por Déficit de Atención, que nunca fue diagnosticado y al cual estigmatizaban sus compañeros por la ausencia del papá. Su mayor ilusión: Que él venga a reunirse con la familia a México; ello no es factible, el padre deberá permanecer alejado del hogar, de modo que el niño toma la fatal decisión. Como lectores nos quedamos con la incertidumbre del peso que tuvo cada elemento para llevarlo al suicidio: Un hogar con padre ausente, un probable TAD con malos resultados académicos, o el acoso de sus compañeros. Haya sido como haya sido, una cosa es cierta: El reconocimiento muy probablemente habría salvado al pequeño: Si él se hubiera sentido aceptado, arropado y apoyado para salir adelante, tal vez la ausencia obligatoria del padre hubiera sido más llevadera.

Un niño no está en condiciones de gestionar por sí mismo su autoestima. Inicialmente depende de que los demás lo visibilicen; identifiquen sus necesidades y las atiendan. En la medida en que va creciendo podrá hallar formas de sentirse bien con lo que hace, aun cuando no haya personas en derredor suyo reconociendo su trabajo. En el caso de niños y adolescentes es fundamental que su entorno los lleve a desarrollar una buena autoestima.

En la vida adulta funcionamos con la maquinaria lubricada, aunque, por supuesto, nunca viene mal una oleada fresca de reconocimiento a las labores que desempeñamos a diario. Estimula el entusiasmo y nos alegra el día, aunque, aun sin ella, somos capaces de seguir adelante, funcionando igual que siempre.

¡Felicitaciones a los personajes reconocidos en estas fechas! Sirva dicho estímulo para mantener la calidad en su quehacer cotidiano, de modo que se conviertan en modelos para quienes vienen detrás de ustedes, construyendo, con su día a día, un mejor México para todos.

https://contraluzcoah.blogspot.com/

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2205772

elsiglo.mx