De cada diez mujeres violentadas que egresan de refugios, siete regresan con sus agresores, señala fundación
La fundación Luz y Esperanza en Saltillo lamentó que de cada diez mujeres violentadas que ingresan a los refugios, alrededor de siete se ven obligadas a regresar a lado de su agresor, esto ante la falta de oportunidades, apoyo económico, así como infraestructura de las instituciones.
“De diez mujeres que egresan del refugio, después de tres meses, siete regresan con el generador de la violencia, por cuestiones culturales, de falta de empleo y de estructura para que las mujeres dejen seguros a sus hijos”, dijo Rosa María Salazar, directora del refugio.
Indicó que es cuando ellas deciden trabajar, que se ven desprotegidas para dejar a sus hijos solos en casa, por lo que optan por regresar con estos.
Destacó que aunque las denuncias han disminuido, los casos de violencia contra las mujeres se mantienen.
“Es el caso de denuncias, en realidad la estadística dice que siete de cada diez mujeres han padecido violencia y cinco de cada diez padecen violencia de pareja”, dijo.
Rosa María Salazar informó que aun los procesos contra agresores son lentos, pues las carpetas de indagación, se integran primero en el Ministerio Público y es después que se turnan a los juzgados especializados.
Señaló que es el exceso de casos, lo que también influye en que tarden los casos en resolverse.
No obstante, lamentó que en la mayoría de los casos no se llega a una sentencia condenatoria, si no culminan por procesos abreviados, así como por suspensión de los casos: “Eso les deja a las mujeres insatisfacción en los casos de violencia”, destacó.
Resaltó que lo que se requiere en Coahuila, en caso de los Ministerios Públicos y Juzgados, es priorizar a la víctima, pues toda suspensión de proceso, así como procedimientos abreviados, debe estar de acuerdo la víctima, situación en la que se ha fallado en la entidad.
“Los hombres pueden solicitar una suspensión de procedimientos o pedir los juicios abreviados, pero siempre y cuando la víctima esté de acuerdo y muchas veces la víctima no está de acuerdo, se lo explican muy ligerito, no entiende, acepta y firma y después se da cuenta de lo que aceptó”, lamentó.