Columnas Deportes Columnas Deportes Editorial

De Rebote

De Rebote

PEPE BETO

Mi gente, me da gusto saludarlos otra vez en este espacio dedicado a la defensa de la dignidad del deporte lagunero, espacio al que ustedes dan vida con sus reportes a través del correo electrónico, que lo he tenido saturado, así que hay tema, semana con semana.Llegó el mes de junio y con ello, la recta final del deporte estudiantil y para las entidades, con la tradicional Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil, que ahora lleva por nombre Juegos Nacionales CONADE. Desde hace días en Hermosillo, Sonora, se celebra la Universiada Nacional 2023, con presencia de laguneros que representan a diferentes universidades tanto de la región, como las mismas UJED y UA de C. 

Luego de diferentes filtros, llegan ilusionados a la capital sonorense de poder triunfar. Y como pasa en estas instancias, si les llega a ir bien, lo gritan a los cuatro vientos y si los resultados son adversos, como lo manejan de manera constante los buenos amigos de Santos Laguna, se hacen ojo de hormiga, como si ni siquiera hubieran competido. Lo mismo pasa con los atletas que van por Coahuila o Durango a los Nacionales CONADE. Esperemos que en caso de medallistas, no aparezcan entrenadores ni directivos de más, que solamente ensucian la postal fotográfica, colgándose de triunfos ajenos.

La Odeippla también terminó con su respectiva actividad con sus finales y coronando a campeones en baloncesto y futbol, al igual que la ADUL en otras disciplinas, aunque con muchas problemáticas de organización, logística y seguridad para quienes imparten justicia en los campos, duelas y diamantes. Y es que los papás, siempre los papás, suelen meterse fuerte con los árbitros, no solamente protestando, sino llegando hasta la agresión física, como pasó en una final de basquetbol.

Son los jugadores y los entrenadores, los más "calientes" durante un juego, son quienes viven de cerca el contacto, la situación dolorosa de perder o de sufrir una decisión arbitral que pudieran considerar injusta… pero no, no son ellos quienes llegan a los golpes, insultos o empujones, son los papás quienes hacen esos desfiguros, demostrando que hay muy poca cultura deportiva en nuestra región, pues desde ligas infantiles se dice a los papás que "dejen jugar a sus chavos", que no griten o reclamen, que más bien, disfruten del espectáculo, pero parece que ese credo no se queda en la mente de los amorosos papás (y algunas mamás) que en escenarios deportivos, se convierten en energúmenos.

Por favor, vamos a guardar la calma, sí a disfrutar, pero de manera adecuada, sin interferir en el juego y mucho menos llegando a las agresiones, no disfracen su "pasión" por el deporte o la "defensa" de sus hijos, en una vergonzosa oportunidad para sacar su lado más oscuro, el de la violencia. Ni modo que lo nieguen, ahí tengo los videos. 

meta@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de Columnas Deportes

Escrito en: De Rebote

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2202515

elsiglo.mx