La tarea de componer música para medios audiovisuales no es simple, requiere horas en el estudio, entre grabación, producción y postproducción. (CORTESÍA)
Lleva el nombre del protagonista de una novela de Hermann Hesee y está influenciado por el jazz desde muy chico. Hoy ha cumplido su sueño y dedica su cualidad creativa a la composición musical para medios audiovisuales. Y es que el cine no se puede entender sin el sonido, sin la música. Aún en la época del cine mudo se contrataban músicos para sonorizar los fotogramas que, sobre las lonas o paredes, marcaban su propio ritmo. Alguna vez lo dijo el desaparecido compositor Mario Lavista, quien musicalizó cintas como Cabeza de Vaca (1991), de Nicolás Echeverría: las imágenes poseen su propia acústica.
Hace dos semanas, el músico lagunero Demián Gálvez recibió una buena noticia desde Los Ángeles, California: Home, la serie de Apple TV+ sobre los espacios arquitectónicos más originales del mundo, donde trabajó junto a otros nueve compositores, fue reconocida con el Daytime Emmy Awards 2023 en la categoría Dirección Musical y Composición.
Gálvez compartió el crédito de este honor sonoro junto a Christopher Bear, BJ Burton, Garron Chang, Amanda Jones, Camilo Lara, Aska Matsumiya, Ali Shaheed Muhammad, Cali Wang y Adrian Younge.
No es la primera condecoración para el también fundador de bandas como Los Dorados o CENTAVRVS, incluso con este último proyecto fue nominado al Grammy Latino en 2015 debido a su álbum Sombras de oro. Otro reconocimiento lo recibió gracias a los Premios CANACINE 2018, en la categoría Mejor Canción Original por su trabajo en la película Sueño en otro idioma (2017), de Ernesto Contreras.
Trayectoria
Siempre quiso componer música. Desde temprana edad se vio influenciado por sus tíos Armando “Cuty” Martínez (fallecido en septiembre pasado) y Juan Antonio Martínez. A los 17 años recibió la primera remuneración por su trabajo, al musicalizar la obra de teatro El lazarillo de Tormes, dirigida por el maestro Jorge Méndez.
Más tarde, Demian partió a Xalapa, donde estudió jazz, para posteriormente realizar una especialidad en improvisación en la ciudad de Nueva York. No obstante, considera que el genio musical traspasa las fronteras de lo que pueda decir un papel, pues se trata de un músculo que debe ejercitarse día con día.
“Creo que un papel no te hace ser buen músico, sino que toques bien, que tengas un discurso, que seas auténtico, que seas tú mismo en este universo que sea la música”.
Así la vida lo llevó al terreno audiovisual, un área que le provoca cariño, pues desde niño se vio envuelto por bandas sonoras como 2001: Odisea en el espacio (1968) o La naranja mecánica (1971), ambas dirigidas por Stanley Kubrick.
“El cine y cualquier proyecto visual tiene un ritmo interno, aunque no tenga música. Sin embargo, cuando sumas la fuerza musical, tu historia crece más de diez veces”.
La tarea de componer música para medios audiovisuales no es simple, requiere horas en el estudio, entre grabación, producción y postproducción. En ocasiones, el proceso puede resultar agotador, pero al final del día el compositor sabe que se dedica a su pasión más grande.
En Home, la serie que le permitió obtener el Emmy, Demian Gálvez trabajó codo a codo con Camilo Lara, para musicalizar dos episodios de la segunda temporada.
“Home es una serie documental. En cada episodio muestra al espectador casas muy particulares alrededor del mundo”.
El primero de los episodios abordó a la Casa de Carla y Pedro en Ciudad de México, dos artistas que esculpían una moderna casa mezclando el diseño contemporáneo con las técnicas tradicionales.
El segundo es sobre La Casa de Bene, ubicada en Barcelona, España. Se trata de una casa de campo restaurada con estilo gótico con frescos y tallados antiguos.
En ambos trabajos, la música tomó en cuenta la arquitectura de las casas abordadas, para así crear piezas que fuesen acordes a lo que el espectador estaba observando. “El cine y la música para mí son una unidad, siento que van de la mano”, concluyó.
