Aunque no han emitido una postura oficial, fuentes del IMSS comentaron que el desabasto obedeció a que estaban en inventario.
Respecto al desabasto en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 29 del IMSS de Gómez Palacio, fuentes de la delegación Durango del Instituto informaron que a nivel nacional, cada fin de año se realiza un proceso de inventario en los almacenes "muy fuerte", por lo que ello retrasó la distribución de los medicamentos a las farmacias de las distintas entidades del país.
"En este proceso de inventario hay que mover muchas cosas del almacén y demás y entonces, eso retrasó que la llegada de los medicamentos se distribuyeran con normalidad y tuvimos una pequeña caída en cuanto a la oportunidad con la que se enviaron a los diferentes hospitales y unidades, solamente fue un día, o día y medio y ya todo se regularizó, van por prioridades, se atienden primero como que los hospitales por las cirugías y las complejidades y luego van a las unidades", apuntaron.
Mencionaron que la problemática del desabasto debió quedar resuelta ayer miércoles, aunque cabe aclarar que El Siglo de Torreón buscó por la mañana la postura oficial del Instituto Mexicano del Seguro Social y únicamente se informó que en las próximas horas se tendría una respuesta.
DESABASTO
Esta casa editora informó recientemente que había desabasto de claves de medicamentos en la UMF No. 29 del IMSS, ubicada en el Parque Industrial de Gómez Palacio y que atiende a personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). No había ni ácido acetilsalicílico de 300 mg, conocido popularmente como aspirina, tampoco estaba en existencia la dapagliflozina para tratar la diabetes además de amlodipino y bisoprolol para el control de la presión arterial y atorvastatina para disminuir los niveles de colesterol en la sangre. Otros fármacos que no estaban disponibles fueron el clopidogrel, para quienes tienen historia clínica de infarto agudo al miocardio así como el sacubitril/valsartán para tratar la insuficiencia cardíaca. Tampoco había loratadina, indicada para el alivio de los síntomas de urticaria crónica y otras afecciones alérgicas dermatológicas. De todo ello, El Siglo de Torreón obtuvo evidencias pues en las propias recetas que mostraron los derechohabientes, se colocó un sello por parte de la Dirección Regional Norte que decía "No existen".
Derechohabientes que prefirieron el anonimato, dijeron que en la farmacia, el encargado estaba desesperado y que les comentó que en 20 años no había visto algo así, que hace mucho que el camión con medicamento no iba "y que va la gente y le mienta la madre", además de que en el sistema había un faltante de 54 claves. Como no les resolvieron el surtimiento, algunas personas fueron apoyadas con la compra de fármacos por parte del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm).