Desafían migrantes al río Bravo y a las autoridades norteamericanas

Dos núcleos familiares de migrantes originarios de Honduras, conformado por dos parejas y tres niños, entre ellos una bebé de alrededor de un año; ingresaron a las aguas del río Bravo y cruzaron a los Estados Unidos; luego de esperar por casi una hora para que se retiraran del lugar personal y unidades marítimas de la Guardia Nacional de Texas.

Cabe mencionar que una de las mujeres presentaba un avanzado estado de gravidez y previo a su cruce a los Estados Unidos, permanecía con el resto de los migrantes hondureños en las bancas de la parte superior del Paseo del Río; y al descender para llegar a la orilla del río, preguntaron a quienes se localizaban en el lugar, si sabían si las autoridades norteamericanas las recibirían.

Al no recibir una respuesta clara y en su desesperación por cruzar, antes de que regresaran las autoridades de seguridad de los Estados Unidos, al menos un hombre ingresó con uno de los niños al río y comenzaron a caminar, avanzando poco y con dificultad; por lo que decidieron regresar e intentarlo en otro punto, a tan solo unos metros de diferencia.

Mientras tanto una pareja, con otro de los niños y la bebé, se internaron en el río Bravo y comenzaron a avanzar, llegando al otro lado con algo de dificultad y temerosos, al desconocer la situación que guarda el río Bravo; detrás de ellos, los siguió la mujer embarazada y más atrás el hombre y su hijo; al cual terminó cruzando en su espalda.

A lo lejos se escuchó el aerobote de las autoridades norteamericanas, la cual retornaba de realizar un recorrido en aguas abajo del río Bravo, lo que puso algo nerviosos a los últimos migrantes que estaban por llegar a la orilla de Eagle Pass. La unidad marítima y sus tripulantes no llegaron y los migrantes, comenzaron a caminar hacia la parte baja del Puente Internacional número II, donde se ha reforzado la seguridad.