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Dijistes

CARLOS ELIZONDO

Los nuevos libros de texto gratuitos contienen algunos errores gramaticales intencionales. La justificación del presidente López Obrador es que estas nuevas ediciones incorporan "el habla de los pueblos".

Alguna razón tiene: normalizar estos errores es dejar de premiar laboralmente a quienes fueron a las escuelas más exigentes, en general privadas. Sin embargo, la razón de fondo es otra: representar a un sector social mayoritario históricamente marginado y despreciado. Soy uno de ustedes, les transmite AMLO a sus bases. Mientras que Peña Nieto jugaba golf los fines de semana, AMLO visita pueblos remotos.

Es también un anzuelo que muerden los críticos de AMLO. La reacción a estos libros de texto se ha centrado en eso: "Quieren un país que hable mal, que diga dijistes". En ese terreno van a perder la discusión. En la polarización florece Morena. La élite criticando cómo habla el sabio pueblo, élite que en más de una ocasión también utiliza el "dijistes"...

El problema de fondo es que los nuevos libros de texto están hechos al vapor, aparentemente sin la participación de buenos especialistas en pedagogía. No parecen estar preocupados en formar estudiantes más competentes en matemáticas, ciencias o en lectura. Ya no hay libros por asignatura, como matemáticas o español. Se pretende enseñar todo en un libro que prioriza la importancia de la "comunidad".

Buscan construir una narrativa: hay un país desigual y para combatirlo hay que fortalecer a la comunidad, entender las virtudes de la lucha de clases, limitar el poder de los ricos y tener un Estado más fuerte. Están inspirados en la lógica de los viejos libros priistas que construyeron una narrativa nacional muy eficaz, a juzgar por muchas de las decisiones económicas de este gobierno, sobre todo en materia energética.

No intentan promover un sentido nacional centrado en el mestizaje y en la identidad nacional, como en los libros de la época de oro del PRI, sino en las culturas de los pueblos indígenas y afromexicanos y en la identidad comunitaria. ¿Cuál es esa comunidad para los estudiantes? No lo sé. En las ciudades la forma de relación entre quienes las habitan no es la de los pueblos rurales. Incluso en estos pueblos, me temo, tienen una visión idílica de una comunidad, muchas veces asediada por el crimen organizado.

Sabemos poco de los nuevos libros, aunque circulan ya algunos manuscritos. Simulando haberlos hecho de forma participativa con maestros a través de grupos de WhatsApp, se han escrito a escondidas, violando la ley, la cual obliga a la participación de maestros y padres de familia en su elaboración. Reveladora paradoja: los libros que impulsan la vida comunitaria y la participación dentro de ella se hacen sin la participación de ésta. Esto no sólo es ilegal, sino que va a generar tensión con los maestros y dificultará aún más la enseñanza en el aula.

En un sistema educativo muy afectado por la pandemia, con una deserción escolar durante el período 2020-2022 en educación básica que se calcula en 1.13 millones de estudiantes, y sin datos, salvo en algunos estados, sobre cuánto ha caído el aprendizaje, los recursos federales no se están concentrando en subsanar estas deficiencias.

En la mayoría de los países se echaron a andar ambiciosos programas para no sacrificar a esos niños que no aprendieron bien. En Estados Unidos los apoyos gubernamentales a las escuelas públicas suman casi 200 mil millones de dólares por dos años.

Acá, gastamos el poco dinero disponible en un experimento de nuevos libros de texto con fines básicamente ideológicos. No hay pruebas piloto que midan el impacto en el aprendizaje de los nuevos libros de texto. Ya no hay pruebas en general para saber cómo van nuestros estudiantes. Los egresados lo acabarán pagando en su vida laboral con menores ingresos. Pero no sabrán quién es el responsable y siempre estará el neoliberalismo como chivo expiatorio.

@carloselizondom

ÁTICO

El problema de fondo de los nuevos libros de texto es que están hechos al vapor y con fines básicamente ideológicos.

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Escrito en: Editorial Carlos Elizondo Carlos Elizondo

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