Desde los primeros años del cine como forma de contar historia, la figura de Jesús de Nazaret ha tenido un lugar muy particular. Ya que su historia narrada en los evangelios, libros reconocidos y no, por diversas autoridades religiosas, dan pie a que éstas puedan ser contadas a lo largo de la cinematografía occidental.
Millones de personas lo siguen como líder religioso, como un ejemplo de fe y sacrificio o bien como una persona que impregnó en nuestro desarrollo cultural mucho de las estructuras de sentido y hasta de expresión del fenómeno religioso.
Por eso no es de extrañar que desde películas aún sin audio, aún sin color, aún sin la tecnología, como con la que ahora cuentan las diversas producciones visuales, la vida de Jesús sea como un elemento vigente en el pasado, en el presente y muy probablemente en el futuro de las salas de cine.
Tan influyente es su figura que hasta en nuestra ciudad se podía ver que en la cartelera se retomaban las películas religiosas como la Vida y Pasión de Jesús de Nazaret, de Franco Zeffirelli (1977), hasta en las salas de contenido más subido de tono y que por lo menos durante una semana se comportaban como “gente decente”.
De Jesús se han hecho muchas historias cercanas a las fuentes bíblicas, tratando de retratar lo más cercano posible a estos textos, para mostrarlo con el drama de lo que significa su muerte desde el carácter de la injusticia, desde la visión de seguir su misión y hasta llegan como en el caso de la Pasión de Mel Gibson (2004), a ser una narración cruda, buscando con la extrema exposición visual de los momentos más violentos, que el espectador se sienta no solo incómodo, sino se llegue a identificar con el dolor de ese momento.
O como en el caso de El Evangelio según San Mateo, de Pier Paolo Pasolini (1964), fue nombrada hace unos años por el Vaticano, bajo el mando del papa Francisco, como la mejor obra cinematográfica hecha sobre Jesús. Aunque en su momento varios sectores del catolicismo no tuvieron una buena recepción.
Pero también hay historias que van más allá, tratando de ser contraposiciones a lo que se esperaría fuera una historia casi “confesional”. Pero aquí viene lo delicado de este tema, debido a que se trastoca en cierta manera la forma tradicional de lo que para muchos es la figura de Jesús y provoca que haya reacciones de diversos índoles.
Recordemos cómo en los 80’s, La Última Tentación de Cristo realizada por Martin Scorsese (1988), hizo que a algunos cines se les prendiera fuego, se ahuyentara al público y hasta se prohibió en varios países, debido a que mostraba a un Jesús alejado al “dogma”, con el conflicto interno de lo divino y lo humano, lo que ocasiona que en lugar de tener a un líder que ya sabe que tiene una misión divina, descubre que realmente podría renunciar a ésta y por tanto se ve envuelto en esta disyuntiva.
Otra historia que ocasionó miles de reacciones para que se impidiera su proyección fue La Vida de Brian, una sátira que realizaron el grupo de comediantes llamado The Monty Python, quienes con un sentido de humor surreal y muy británico, tratan de confrontar las exageraciones en que caen diversos grupos de creyentes en torno a la figura de Jesús, guiados más por los elementos menos cruciales que por el verdadero mensaje. Brian, el protagonista de esta historia, nace el mismo día y lugar que Jesús, por lo cual será confundido con el líder religioso desde los Reyes Magos, hasta los fieles al nuevo mensaje. Al final Brian también sufre la pena de la Crucifixión, no sin antes despedir la película con un número musical llamado “Always Look On The Bright Side Of Life” (“Busca siempre el lado bueno de la vida”). Esta película ocasionó algo pocas veces visto, que tanto anglicanos, católicos y protestantes la condenaran.
Y hablando de musicales también aparece Jesucristo Super Estrella de Norman Jewison, basado en la obra del mismo nombre de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, que fue un éxito en diferentes partes del mundo. Esta obra que en este año cumple 50 años de su estreno, presenta como un grupo de actores se va identificando con los personajes de Jesús y sus discípulos, pero de manera moderna con música soul y gospel, así como una indumentaria “hippie”. Además de contar con varios números muy memorables y hasta utilizados por los jóvenes creyentes. Si bien puede ser una obra con cierta controversia, fue recibida con mejores comentarios por el público en general, ya que trata de ser un acercamiento a cómo se podría actualizar la historia de Cristo en un mundo como el nuestro.
También cabe mencionar Jesús de Montreal, del canadiense Denys Arcand (1989), en la que un grupo de actores poco convencionales tratan de hacer una representación de la vida de Jesús, pero las autoridades religiosas tratan de impedirlo. Esta película recibió el Premio del Jurado en el 42 Festival de Cannes.
El cine se construye de diversas voces, las cuales permiten que los mensajes y contenidos tengan una trascendencia que permita el diálogo, la posición o bien el convencimiento sobre ciertos temas. Es por ello que es importante conocer esas voces, a favor y en contra, para también tener una visión más amplia, y en este caso permitir saber más sobre el Jesús histórico como el Cristo de la fe.