"El toreo no es graciosa huida sino apasionada entrega".
Una tarde de domingo como broche de oro para una vida de apasionada entrega el admirado Carlos Fernández y López Valdemoro "Pepe Alameda" salió por la puerta grande de esta vida para llegar a hombros como los grandes a la gloria celestial.
Escribir de un erudito no solo del toreo, de las letras y de otras artes puede parecer una osadía, la fluidez y el discurso culto de sus crónicas y columnas que hacían viajar en la imaginación a quienes le escuchábamos o leíamos con su elegante voz y pluma en las crónicas y transmisiones taurinas ya sea por la radio o por la televisión.
Fue en mi infancia que domingo a domingo seguía las corridas transmitidas en nostálgico blanco y negro que el Maestro, que gustaba se le llamara así, nos llevaba al detalle de la lidia rematando cual serie de faena con el adorno anecdótico o cultural.
La aportación del maestro Alameda, que adoptó a manera de apellido por ser vecino de la Alameda de Hércules, a los toros es enorme, agregó a su conocimiento enciclopédico su obra literaria con libros como "Los heterodoxos del toreo", basado en el giro completo de la lidia de inicios del Siglo pasado encabezado por el Maestro Juan Belmonte, la imagen del cuadro del torso desnudo de "El pasmo de Triana" cubierto por un capote de paseo pintado por Romero de Torres fue la ilustración que eligió para la portada de ese libro, otras más como "La pantorrilla de Florinda, o el origen bélico del toreo", "El arte del Birlibirloque" por citar algunas de sus obras, eran aderezadas con disertaciones filosóficas, así lo hizo además con su polémica obra "Ensayos sobre estética" en la que cuestiona a grandes artistas plásticos.
Toma por convicción la nacionalidad mexicana y plasma su amor por nuestra tierra en "Poemas al Valle de México". Visitó varias veces nuestra ciudad, transmitiendo desde el callejón de la entonces Plaza de toros Torreón recibiendo el reconocimiento de los aficionados laguneros, el mismo que se replicaba en cada plaza que visitaba y que al anuncio de su fallecimiento en la corrida de ese día de la plaza México hizo que la afición prodigara un cariñoso y emotivo aplauso en reconocimiento de su trayectoria.
La anécdota
Viéndose el maestro Alameda mermado en sus facultades acostumbraba tomar sus medicamentos con un trago de tequila, el médico tratante intentó prohibírselo, la respuesta de don Pepe fue única y propia de un heterodoxo despidiendo al médico coronando su decisión con estas palabras "soy mi propia República y en ella mando yo".
Las Efemérides
Un día como hoy de 1906 la ganadería de Atlanga obtiene su cartel en la antigua Plaza México. En 1912 en presencia del presidente Francisco I. Madero, el maestro Rodolfo Gaona se encierra con 6 toros en El Toreo de la Condesa. En 1934 la oreja de oro es para Pepe Ortiz. En 1948 orejas y rabo para el maestro Luis Procuna por su faena a "Chasquito". En 1973 despedida de Joselito Huerta en la Plaza México cortando las orejas y rabo a "Huapango" de José Julián Llaguno, en la misma tarde el Maestro Manolo Martínez corta dos orejas a "Azucarillo. En 1979 confirma en la México Nimeño II de manos de Manolo Martinez y de testigo Dámaso González. En 1990 fallece el maestro Pepe Alameda. ¡Hasta la próxima!
dr_jorgemgalvanz@hotmail.com