Enfermedades respiratorias en bebés, su prevención y cuidado
Cada época del año, ya sea que el clima sea frío o caluroso, trae consigo sus propias enfermedades. En verano las más comunes son las del tracto digestivo, mientras que en invierno lo más habitual es encontrar aquellas relacionadas al tracto respiratorio.
Sin embargo, este segundo grupo supera al primero en cuanto a la gravedad que pueden alcanzar las afecciones. Juan Zamudio Alvarado es pediatra con 50 años de experiencia, lo considera de esta manera, ya que aquellas relacionadas al tracto digestivo pueden “ser tratadas con antibióticos”, pero esto no sucede con las enfermedades respiratorias graves.
Esto porque en invierno pueden aparecer la neumonía, infección en uno o ambos pulmones que causa que los alvéolos pulmonares se llenen de líquido o pus, y la bronquiolitis, que es una hinchazón y acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas en los pulmones, que son llamadas bronquiolos.
De qué se está hablando
El doctor Zamudio da una definición de las enfermedades respiratorias:
“Son aquellas que se establecen desde la nariz hasta el pulmón y dividimos las vías áreas en altas y bajas, y generalmente se dice que la gran mayoría de las enfermedades del aparato respiratorio son de origen viral, que atacan a los niños y generalmente no tenemos armas para contrarrestar muchos virus. Las infecciones del aparato respiratorio es una inflamación que puede ser desde la nariz, las amígdalas, branquias y bronquiolos”.
Pero, ¿por qué se da esta situación? ¿Por qué afectan tanto a los niños? De acuerdo al médico, y a distintas dependencias como la Secretaría de Salud, tanto los niños menores de cinco años como los adultos mayores tienen una inmunidad disminuida, lo que los hace más vulnerables ante las enfermedades.
Prevenir antes que curar
Zamudio recuerda bien sus años de formación, en el que le fue inculcada la idea de que antes de curar, hay que prevenir. Por eso, considera fundamental que los padres lleven un control adecuado de la vacunación de sus hijos, así como cuidar su nutrición y la temperatura de los lugares en los que estén, de manera en que su vestimenta sea adecuada para que no pase ni frío ni calor.
Lo que se debe ver
Entre las señales que dan las enfermedades respiratorias se encuentra un aumento de secreción nasal, voz ronca o carraspeos frecuentes, aumento de la molestia en la nariz, a veces acompañada de fiebre y dolor de cabeza. También es normal que haya irritabilidad en el niño y lo demuestre con llano, rechazo al alimento. Estas señales, dice el especialista, ayudan a los papás descubran está llorón, rechaza el alimento, y es un motivo para que los papás se estresen con la enfermedad.
El propio moco también puede “leerse”, ya que su color transmite información sobre el posible origen de la enfermedad.
“El moco nos puede dar indicios de la causa, puede ser transparente, puede ser verde, amarillento o sanguinolento, y no solo puede ser atacado por una bacteria, un virus o un hongo, también hay sustancias irritantes que nos pueden producir problemas en las vías áreas, e incluso las cuestiones alérgicas, que son un problema común aquí en La Laguna”, dice.
“Un moco de origen viral o alérgico generalmente es transparente, y un moco verde o amarillento nos habla que es una secreción producida por una bacteria. Nos indica que hay otros síntomas de que al niño se le estableció una bacteria. Pero los virus o bacterias son microorganismos que si no hay el cuidado se pueden extender a otras áreas, y ése es el problema: empezó con un cuadro gripa y después ya tiene un cuadro faríngeo o un problema en los oídos, en la traquea o los pulmones, y cuando ya se nos complica un cuadro en el que se tienen problemas clínicos graves, ya nos tenemos que avalar de radiografías y estudias, y si hay síntomas muy graves es cuando tenemos a los bebés en observación”.
¿Se puede complicar la enfermedad?
Desde el nacimiento, hay condiciones que pueden hacer que un niño sea más propenso a este tipo de enfermedades, o que, cuando la adquieren, ésta pueda volverse más grave.
Entre estas condiciones se encuentra el hecho que el bebé sea prematuro, que esté desnutrido, una lactancia materna poco eficaz, exposición al humo o que tenga algún factor concomitante o alguna cardiopatía congénita. Todo esto puede traducirse en complicaciones.
A pesar de esto, Zamudio considera que ha visto a más padres que llevan a sus hijos al médico, una vez que los tratamientos habituales no han solucionado la enfermedad. A esto se suma que hay una mayor cantidad de centros de salud en las comunidades, así como una oferta de especialistas particulares que pueden dar con la cura para las complicaciones de los más chicos.
Tres pasos para prevenir las enfermedades respiratorias en los más pequeños:
1. Estar al pendiente del esquema de vacunación, que esté completo
2. Estar atento de las temperaturas
3. Que lleven una nutrición adecuada