Antes de comenzar con el tema, recomiendo para la lectura de todos los clásicos nacionales y universales, a la colección Sepan Cuantos de la editorial Porrúa. Aunque le descuidaron mucho, sigue siendo una mina donde se puede encontrar lo más importante en el área de literatura, filosofía e historia novelada; además de que los estudios introductorios son de muy buena factura, serios. Las versiones son completas y es lo más económico que se puede encontrar en el mercado. Son alrededor de ochocientos títulos. Abundan en las librerías de segunda. Yo no me avergüenzo de tenerles en mi biblioteca.
Ahora sí, el siglo XIX es donde el mundo vive todo un proceso de transformación en todos los sentidos. De ser reino, nos convertimos en república. Del neoclasicismo, que era una corriente muy cerebral, nos pasamos al romanticismo, la antítesis emocional. Después transitamos por el realismo y el naturalismo. En la política, el liberalismo se desató, la idea de libertad fue la gran bandera enarbolada. La imagen del líder y del héroe. Nace el concepto de nación y lo primero que se ha de hacer es hablar sobre la escenografía donde se llevaba a cabo la idea de lo nacional, la geografía, junto con ello, la historia para unir el pasado con el presente, intentando tender un puente arriba de lo colonial.
No podemos pasar por alto a Fray Servando Teresa de Mier. Tuvo una vida alocada y afirmaciones poco comprobables; pero no se puede negar su influencia política.
Como antecedente, nos referimos a los humanistas de la orden de los jesuitas que fueron expulsados por Carlos III. Lejos de la patria, se preocuparon por rescatar la historia pre hispánica: Francisco Javier Clavijero, con historia antigua de México, o historia de la antigua o Baja California.
Fernández de Lizardi es el primer novelista mexicano con su Periquillo Sarmiento. La novela nos narra la situación social, política, económica y cultural de este México independiente. Se sirve de un personaje que se mueve por todo el país y por diferentes estratos sociales.
El siglo XIX es un siglo de inestabilidad donde se enfrentan conservadores y liberales. Surgen una serie de escritores quienes participan políticamente en diferentes bandos, entre los principales tenemos:
Manuel Payno, mi preferido. En gustos se rompen géneros. Su principal novela es Los bandidos de Río Frío. Completamente romántica. Con personajes muy suigéneris. Además, participa en contarnos la historia. Escribe el libro rojo con otro de los grandes, como Vicente Riva Palacio quien también participa en la redacción de México a través de los siglos, uno de los grandes monumentos de la historia de ese siglo. Riva Palacio también escribió novelas como Calvario y tabor y Los cuentos del general.
Luis G. Inclán escribe: Astucia. El subtítulo me encanta: El jefe de los hermanos de la hoja o los charros contrabandistas de la rama. Es novela de aventuras que nos mueve por el campo de México.
El gran maestro del siglo XIX: Ignacio Manuel Altamirano. Escribe el Zarco y Navidad en la montaña. Y el gran poeta es sin lugar a dudas, Guillermo Prieto con su romancero nacional. En Guadalajara salvó a Juárez de ser fusilado.
Hay otros escritores que combinan muy bien la novela de folletón con la historia. Uno es Victoriano Salado Álvarez con episodios nacionales. Esta saga es similar a la escrita por Benito Pérez Galdós sobre la intervención francesa en España, con el mismo nombre. (Si quieres saber quién es don Benito, lee la mirada quieta de Vargas Llosa).
Otro que no contaba mal las historias es Juan A. Mateos. Una de sus novelas, El cerro de las campanas, memorias de un guerrillero.
Al final del siglo se encuentran los poetas que nos hacían aprender en la primaria: Juan de Dios Peza y Amado Nervo.
Gutiérrez Nájera escribe cuentos del Duque de Job.
A final de siglo se da una muestra del cuento indigenista y de la novela del naturalismo, con autores como López Portillo y Rojas. La corriente modernista también tiene seguidores en México hasta que le cortan el cuello al cisne.
Entre los conservadores, Lucas Alamán político e historiador. ¿A quien más agregarías?
