La generación del crack se dio por los noventas. A diferencia de los de la onda, estos eran universitarios de alto nivel, maestría y doctorado, académicos o impulsores culturales desde los medios masivos. El mas reconocido es Jorge Volpi. Me quedo con su novela En busca de Klingsor, biografía sobre un científico, además que su trabajo desde el canal 22 es innegable.
El segundo sería Pedro Ángel Palou. Según tengo entendido fue rector de la universidad de Las Américas. Su género es la biografía histórica. Una versa sobre Morelos, otra sobre San Pablo: El impostor. Otra sobre la ciudad de México, México, la novela.
Un tercero, que a mí no me convence mucho es Ignacio Solares. Escribe novela histórica, o más bien es un pretexto para desarrollar una historia de amor que nada tiene que ver. Leí La invasión.
Hay muchos que escriben sobre la Ciudad de México; uno, Vicente Quirarte. Independientemente del tema que aborde, su prosa es una de las más deliciosas que he disfrutado. Por los noventas estuvo en Torreón dando talleres literarios, me tocó asistir a alguno de ellos. Otro de sus libros es Enseres para sobrevivir en la ciudad.
Otras de las lumbreras jóvenes de esos años, salidos de las universidades privadas, como el Tec. de Monterrey, Gabriel Zaid. Es ensayista. Algunos libros, La poesía en la práctica, Dinero para la cultura, Como leer en bicicleta.
Héctor Aguilar Camín sale de la Ibero, mas que nada es novelista. Obras: La guerra de galio, Morir en el golfo, La frontera nómada, Adiós a los padres.
Enrique Krauze, es de la UNAM y del Colegio de México. Escribe, Siglo de caudillos, Travesía liberal, Biografía del poder. Su último libro es Spinoza en el parque México, altamente recomendable. Desde el artículo pasado dije que había escritores que hablaban sobre los judíos en México, éste es uno de esos libros.
Otro, de esta familia es Daniel Krauze que escribe tenebra.
Luis y Juan Villoro, son miembros de esas familias de buenos escritores. Juan ha sobresalido en los últimos tiempos tanto haciendo programas culturales para la televisión como en el mundo de la literatura. Ha estado en Torreón; escribe La figura del mundo. Donde habla sobre su padre. Otra de sus novelas es El testigo.
Otros escritores que brillaron menos en esta época, por lo menos en provincia donde es difícil conseguir sus textos, son Saltiel Alatriste, que es como de los 70 u ochenta. Verdad de amor aparece en mi librero. Josefina Vincens, por fin la conseguí. El libro vacío, Los años falsos.
Literatura y cine también pueden lograr un pequeño boom literario. Guillermo Arriaga tiene éxito con Y tu mamá también, Amores perros y otras. No se entendió con el director del que era mancuerna y se dedicó más a la literatura. Ha logrado el premio Alfaguara, con Salvar el fuego. Otras de sus novelas son Escuadrón guillotina, que tiene que ver con Torreón, Retorno 201, El salvaje y La última, extrañas.
Otro cronista de estos tiempos es José Joaquín Blanco con crónica literaria.
Otros tantos escritores que se nos pierden por ahí: Elmer Mendoza, escribe sobre la vida en la frontera, Los chicanos, Balas de plata es premio Tusquets. El amante de la Janis Joplin, otro de sus libros.
Daniel Sada, entrañable, tallerista, poco comprendido cuando anduvo por aquí. Sus libro: parece mentira, la verdad nunca se sabe, Antología presentida. Carmen Boullosa, tengo una antología de novelas cortas de su autoría en editorial de bolsillo.
Escritores de la nueva generación coahuilense que han sobresalido a nivel nacional. Julián Herbert, aunque es de Acapulco, ha radicado con nosotros mucho tiempo y escribe sobre este estado. La casa del dolor ajeno. Corazón de Boina Verde.
Jaime Muñoz tuvo su época en los noventas. Mujeres maravillosas, Enriqueta Ochoa y Magdalena Mondragón. El que ahorita ya no hay quien lo pare es Vicente Alfonso que ganó el Premio Nacional de Novela Elmer Mendoza, con La sangre desconocida. También tiene otra novela ganadora Huesos de San Lorenzo. El síndrome de Esquilo es una antología de cuentos.
Me falta lo que tiene que ver con historia: Taibo II, Martín Moreno y muchos más. Hasta la próxima.