Cansa el nivel de política en el cual nos tienen inmersos. Siempre que dices que no se puede llegar más bajo, se llega. Veracruz, no teniendo suficiente con Duarte, ahora sufre a García. Chilpancingo se somete a toque de queda. Las campañas nos cuestan un dineral y no hay nada consistente en las proposiciones. El discurso es el mismo, los buenos, los malos, nosotros no somos, ellos si son, los que tienen valor son los de acá y los que no lo tienen son los de allá.
Aburren. El colmo es que hasta se propone la reelección. Pobre don Francisco I. Madero y los que ofrendaron sus vidas en la Revolución Mexicana. De un plumazo se borra la tercera transformación; a lo mejor, hasta se intenta recuperar la figura de don Porfirio cuyo pecado fue reelegirse: La macroeconomía era fuerte, pero la microeconomía, un muladar.
Dentro de lo que se dice, también es un discurso muy antiguo. El slogan era, "conoce México, primero". Pero actualmente, se sataniza a quienes gustan de viajar por el extranjero; como si lo único que hubiera que conocer fuera México.
Hay un libro que a mí me gustó mucho cuando lo leí: La raza cósmica. El espejo enterrado de Carlos Fuentes, habla de temas parecidos. Está el libro de Ramos y los de Paz. La visión es muy amplia: en América se da la conjunción de todos los continentes. La nuestra, es la suma de todas las culturas que emigraron, por las razones que fueran. Para qué me limitan. En los genes de todo el mundo hay sangre negra; la humanidad nace en África, eso ya está comprobado científicamente.
Mi padre nos enseñó a viajar. Muchas circunstancias me han llevado a conocer México. Por cuestiones de trabajo, recorrí pueblos artesanales. En viajes con la familia, otros lugares. Percibo la diferencia entre el norte y el sur, la costa y el desierto; Reynal, cuando yo tenía doce años, nos hizo bajar la barranca del cobre. Mi interés me ha llevado a recopilar bibliografía; alguna, se las he dado a conocer en artículos anteriores.
Viajar fuera, ha sido mi sueño. Sólo lo he podido hacer tres veces. Una de ellas al sur de España y París. La economía se impone.
Tengo un viaje planeado: Norte de Italia, Grecia y Estambul. No sé si lograré realizarlo por razones de salud. Las referencias bibliográficas ya las tengo; como las de otros países; eso de leer es otra forma de viajar.
No me limites, presidente. Odias a los conquistadores; pero no te olvides que Pakal también conquistaba; y lo que nos admira de Palenque es su tumba, y la de la reina roja, ¿Esposa o madre?
Si tuvieras un criterio más amplio, reconocerías que los toltecas conquistaron a los mayas, Chichen Itzá; y los aztecas, Mesoamérica. Por ese lado, también somos pueblos conquistadores, como los incas. En estos últimos, el culto a los muertos, convertidos en momias, obligaban a los nuevos emperadores a la conquista, porque no heredaban territorios.
¿Para qué me limitas? Hay que conocer el mundo. Vuelvo a la idea de la raza cósmica. A fin de cuentas, en nuestros genes somos todas las razas. El indígena puro ya no existe. Lo contrario, son teorías de gente inculta que no tiene ningún sustento. Algo parecido inventaron los nazis, la raza aria.
Los viajes ilustran. Ver piedras no resulta tan aburrido, ni tampoco visitar museos. Conocer de otras culturas es enriquecer las propias. Poder comparar lo tuyo con lo que existe en otras partes, te da un valor.
Las mentes abiertas benefician a los pueblos. Las mentes cerradas, los hunden. El mal de España fue prescindir de los judíos y de los musulmanes. La iglesia perdió su poder, cuando no tuvo la humildad de escuchar las críticas de sus adversarios, en el renacimiento. La Inquisición sólo retrasó el desarrollo de la ciencia, y de la humanidad.
Cuando quieren limitar, eso pasa. Al no tener discurso válido, someten. Por algo, mandaste a tu hijo a estudiar a Inglaterra y no a Cuba. Ni tú mismo te crees tu farsa. Si a él no lo limitaste, no lo hagas con México.