(VAYRON INFANTE)
Pese a las restricciones del área, de no contar con accesos establecidos y sobre todo a los encintados amarillos y rojos que indican máximo peligro, familias enteras entraron a la zona delimitada del panteón Jardines del Carmen de Torreón.
Por huecos que nunca fueron clausurados de la barda que limita la zona en riego, es por donde ingresan para estar un momento en la última morada de sus seres queridos.

Adultos mayores, niños y hasta bebés, se les pudo ver dentro de esta zona en riego, junto con familias completas e incluso músicos.
El riesgo está latente en la zona pues se pudo observar hundimientos frescos incluso de pisadas de las decenas de visitantes.

“Por los huequitos nos metemos porque no hay de otra… que estuviera mejor porque es muy peligroso andarnos brincando por ahí”, dijo Silvia Ramos, quien cada año acude sin falta.
“Todavía hay riesgo, por ejemplo, como está todo húmedo es riesgo de uno, entonces uno hace lo posible pero antemano sabemos que no podemos entrar para allá”, reconoció Norma, otra de las visitantes a este camposanto después de ingeniárselas para entrar a la zona restringida.