Con motivo del aniversario luctuoso número cien de Francisco Villa, hemos considerado dar a conocer la actividad de Villa como Gobernador del gran estado de Chihuahua, en donde demostró ser un gran administrador y servidor de la cosa pública, destacando su administración por el gran apoyo dirigido al servicio de las clases económicamente desprotegidas, así como su preocupación por la educación inicial de la niñez, esto no sólo como gobernador, sino de siempre, tal y como lo daremos a conocer más adelante.
Mediante un decreto que promulgó en el mes de diciembre de 1913, se ordenó la confiscación de tierras y demás propiedades pertenecientes a los terratenientes más ricos y poderosos de Chihuahua, destinándose lo obtenido con su venta, a pagar la pensión a viudas y huérfanos de quienes habían muerto en la Revolución, pensando Villa que posteriormente estas tierras se fraccionarían y una parte sería para los veteranos de la Revolución, otra sería devuelta a los propietarios originales y una tercera parte quedaría a disposición del estado.
La educación primaria fue una de sus grandes preocupaciones, esto en razón de que recordaba su falta de instrucción, por ello no solo como gobernador, sino de siempre se preocupó por la educación del estado que gobernaba, también en cuanto pueblo tenía oportunidad de hacerlo, tal y como aconteció en la “Hacienda de Canutillo”, en donde desde que tomó posesión de la misma hasta su muerte, estableció una escuela que se llamó “Felipe Ángeles” y en la cual fue maestro Rodolfo Ramírez Escalera, a quien se le conoció como el profesor “Canutillo”; en tal escuela se instruía todos los niños de la región.
Con posterioridad fueron tres maestros más, por lo que la escuela en cita se convirtió en un gran centro educativo, a la cual asistían niños de las rancherías aledañas, como lo fueron de la “Hacienda de la Carreteña”, siendo los alumnos hijos de campesinos, de las haciendas cercanas, Villa pagaba a los maestros 300 pesos mensuales, asistencia, casa y comida, lo que le valió un gran reconocimiento por parte de los habitantes de la región en la que se encontraba la “Hacienda de Canutillo”.
Como es de advertirse, Francisco Villa debe ser recordado como un gran mexicano que no solo destacó en el campo bélico, sino en actividades en favor de las clases desprotegidas de México y que mejor que lo hagamos en este aniversario luctuoso.