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En nuestra zona de confort nos sentimos en un lugar seguro y familiar, encontrar la motivación para salirnos de ella no es fácil. Pero entre más nos acomodamos en ella, más son las oportunidades que perdemos para avanzar con éxito en la vida.
Para salir de la zona de confort se requiere mucha fuerza de voluntad y un cambio drástico en la forma de pensar. Cada etapa que avanzamos para dejar nuestra zona de confort nos lleva a lograr crecimiento personal, aprendizaje y éxito.
La zona de confort es un estado psicológico en el que la persona se siente cómoda ya que no hace ningún esfuerzo. Dentro de ella, las personas no están dispuestas a participar en nuevas experiencias o a tomar riesgos, solo participan en actividades que les son familiares y que las hacen sentir que tienen el control de su ambiente personal.
Las personas permanecen en su zona de control para evitar sentimientos de ansiedad, estrés y dolor. Todo lo que está fuera de la zona de confort les crea incertidumbre y la incertidumbre los hace experimentar ansiedad y por lo general, los seres humanos hacemos lo posible para evitar estos sentimientos y ello les impide dejar su zona de confort. Después de todo, ¿Para qué salir de ella? Con lo confortable que parece, esta burbuja segura evita que las personas crezcan y evita que las personas hagan las cosas para las que no tienen el coraje de hacer.
Por ejemplo, estar por años en un trabajo que no desean y que los hace sentir agotados y que, aun así, los hace sentirse en su zona de confort para no hacer nada al respecto. Saben que son capaces de mucho más, pero aventurarse fuera y enfrentar riesgos les provoca miedo porque se enfrentan a la incertidumbre. Encontrar la motivación suficiente para salir de la zona de confort no es fácil, pero tampoco es imposible.
¿Por qué dudamos en dar el primer paso?
Por miedo e incertidumbre. En nuestra zona de confort todo es predecible y ello nos hace sentirnos seguros, Por ejemplo, usted sabe exactamente que esperar cuando toma la misma ruta diariamente hacia su trabajo. Cuando usted piensa en salir de su zona de confort, usted está dispuesto a enfrentar la incertidumbre. Y de acuerdo con la psicología, la incertidumbre es igual al peligro y por eso nos da temor. Al darnos cuenta de que estamos saliendo de nuestra zona de confort, el miedo nos detiene para no avanzar.
La tentación de estar en el confort. Aun si queremos crecer y mejorar, la zona de confort nos estira fuertemente y si la zona de confort es segura y fácil, lo natural es que las personas quieran permanecer en ella, permanecer en ella significa no moverse nunca hacia adelante, hacia el crecimiento. El crecimiento y el confort no viajan en el mismo caballo, a menudo nos olvidamos del gran riesgo que afrontamos por no correr riesgos, en otras palabras, nos arriesgamos inconscientemente al no vivir la vida que potencialmente podríamos vivir.
Forma de pensar fija y sin ambiciones. Cuando tenemos una forma de pensar fija, sin permitirnos cambiar para mejorar, nos convencemos a nosotros mismos de que no contamos con las habilidades necesarias para lograr algo, ello nos desmotiva para buscar oportunidades de crecimiento y para aprender nuevas habilidades. Usamos nuestra falta de habilidades como una excusa para permanecer en la zona de confort y nos justificamos diciendo "yo no puedo hacer eso" o "yo no soy bueno en eso". Permanecemos en la zona de confort para evitar retos y dificultades.
Hábitos fijos. El cambio hacia un comportamiento exitoso lo vemos difícil porque nuestro comportamiento actual es habitual, no cambia en nada, entre más repetimos ciertos hábitos, más nos aferramos a permanecer en patrones fijos. Por ejemplo, intentar levantarse todas las mañanas a las seis, será muy difícil al principio si hemos estado siguiendo un patrón de sueño irregular por años. Los cambios de comportamiento y de hábitos inician con una muy fuerte voluntad hacia el cambio.
En 1908 se realizó un experimento por los psicólogos Robert Yerkes y John Dodson, encontraron una interesante correlación entre desempeño y ansiedad. Descubrieron que los ratones del experimento estaban más motivados a salir de un laberinto cuando se les daban pequeñas descargas eléctricas, sin embargo, si las descargas eléctricas eran muy fuertes, los ratones se quedaban estáticos por el miedo. De acuerdo con la Ley Yerkes-Dodson, un nivel óptimo de presión o ansiedad aumenta el desempeño, pero solo hasta cierto punto. Demasiada presión causa el efecto contrario y pánico.
Tratando de dar un salto demasiado lejos de la zona de confort puede tener el mismo efecto que causa una presión excesiva. Realizar actividades que aumentan mucho nuestra ansiedad nos pueden hacer Volver a nuestra zona de confort y nos impedirán volver a intentar salir de ella. La mejor forma de salir es hacerlo gradualmente en el óptimo nivel de estrés que una persona pueda manejar.
¿Cinco formas de salir de su zona de confort?:
a) Haga una cosa que siempre quiso hacer y que no ha hecho. Aprender a tocar un instrumento, aprender un nuevo idioma o correr una carrera.
b) Tome una actividad física retadora. Inicie una actividad física para hacerla durante un mes como correr o hacer ciclismo. Los retos de actividades físicas no solo expanden su zona de confort, también mejoran su salud y bienestar. El ejercicio disminuye los efectos del estrés, baja los niveles de ansiedad. El sentimiento de ansiedad es una de las barreras más grandes que nos evitan salir de la zona de confort.
c) Cambie su rutina diaria. Agregar algo de espontaneidad a su rutina diaria es una forma de alejarse de la zona de confort. Por ejemplo, si trabaja desde casa a diario, intente trabajar desde una cafetería u otro lugar algunas veces en la semana.
d) Aumente sus habilidades profesionales aprendiendo nuevas. Aprenda nuevas habilidades que le proporcionen una ventaja competitive y lo hagan más capaz, aproveche los recursos de capacitación y aprendizaje de su empresa aprendiendo las habilidades que se demandan en ella.
e) Elija alguno de sus miedos y enfréntelo para vencerlo. Sea valiente para salir de su zona de confort, ser valiente no es no tener miedo sino avanzar a pesar de él. Por ejemplo, si le da temor hablar en público, tome un curso apropiado y aprenda, venza ese temor, ello lo preparará para vencer otros.
f) Viaje hacia algún lugar a donde no haya ido y que le gustaría ir. Si usted va a la misma playa siempre, elija un destino completamente diferente la próxima vez. Explorar un ambiente diferente, otro idioma u otras costumbres, son experiencias enriquecedoras, nos ofrecen nuevas perspectivas y retan nuestra forma de pensar.
Haga cada una de estas actividades, una a la vez, esto lo preparará para salir de su zona de confort, mejorar en muchos aspectos y crecer.
Fuente de referencia: Maggie Wool, Harvard Business Review.
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