Lekjaa se felicitó también de la retirada del país de la 'lista gris' del Grupo de Acción Financiera (GAFI). (ARCHIVO)
El Gobierno marroquí se felicitó de la emisión exitosa de bonos de 2.500 millones de dólares en el mercado internacional y la recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI) de una línea crediticia de 5 mil millones de dólares, y subrayó que estos fondos se usarán para impulsar inversiones públicas y la generalización de la cobertura social.
El ministro delegado encargado del Presupuesto, Faouzi Lekjaa, indicó este miércoles en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno semanal que ambas decisiones "demuestran la confianza de los inversores internacionales en la solidez de nuestra economía".
Lekjaa se felicitó también de la retirada del país de la "lista gris" del Grupo de Acción Financiera (GAFI) sobre las jurisdicciones no cooperativas a efectos fiscales y detalló que en la gira que tuvo el Gobierno en los mercados internacionales para la emisión de bonos el país recibió una oferta de 11 mil millones de dólares.
"Hemos emitido 2 mil 500 millones de dólares con condiciones preferenciales en esta coyuntura difícil marcada por una gran incertidumbre. Esto demuestra la confianza internacional en las reformas económicas y políticas de nuestro país y la gestión del Gobierno de las finanzas públicas", apuntó.
Lekjaa afirmó que estos "tres logros" consolidan "la soberanía financiera" de su país y le "da margen de maniobra" para avanzar con reformas sociales como la ambiciosa reforma de generalización de la cobertura social y médica, y las indemnizaciones directas a las familias pobres.
Marruecos colocó con éxito el pasado 2 de marzo bonos en el mercado internacional por un monto de 2 mil 500 millones de dólares repartidos en dos tramos y con un vencimiento de entre cinco y diez años y medio.
Esta semana la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, tiene la intención de recomendar al consejo administrativo del organismo, que se reunirá en las próximas semanas, acordar a Marruecos una línea de crédito flexible (LCF) de un monto de 5 mil millones de dólares, una línea sin condiciones a posteriori de la que se beneficiaron pocos países de economías emergentes como México o Polonia.
