Los familiares de los jóvenes señalan a los elementos de la Guardia Nacional.
Tres jóvenes de 14 y 20 años resultaron lesionados presuntamente por autoridades en un operativo para prevenir y erradicar la tala desplegada en el municipio de Isidro Fabela en la carretera Toluca-Tlazala. De acuerdo con sus familiares, rindieron una declaración ante el Ministerio Público señalando que fue responsabilidad de la Guardia Nacional.
De acuerdo con el relato de los familiares, cerca de las 22:00 horas recibieron el llamado por parte de vecinos y testigos presentes en la agresión, dijeron que los jóvenes fueron abandonados en el lugar conocido como la presa Isidro Fabela, sin custodia, no había autoridades municipales, estatales o federales abanderando la escena y al menos uno de los jóvenes se encontraba fuera de la camioneta en la que viajaban.
Melitón Fonseca, papá de Alvieri Fonseca Estrada, de 20 años de edad, relató que una de sus hijas recibió la llamada señalando lo ocurrido, por lo que su esposa y él se dirigieron al lugar de los hechos, donde hallaron a su hijo con un trapo cubriendo su cabeza, una bala le dio en el cráneo, de frente. El joven con sudadera oscura se encontraba inconsciente recostado sobre la carpeta asfáltica. Él conducía la unidad, pero tras recibir el impacto perdió el control y se estrelló contra un árbol, quedando en una especie de cuneta.
Afuera del hospital Adolfo López Mateos, en Toluca, explicó que los tres jóvenes son primos, salieron por la noche de su casa en Santa Ana Jilotzingo, Otzolotepec, iban de visita con una tía a la comunidad de Santiago Tlazala, en Isidro Fabela, en el camino ocurrió la balacera, aunque los padres de los tres adolescentes no saben con claridad si les marcó el alto alguna autoridad o dispararon sin mediar palabra con los chicos.
Añadió que debieron trasladar a sus heridos por sus propios medios, pues en el sitio no había una patrulla, ni elemento alguno resguardando la escena, nadie les informó que haya alguna investigación u orden de aprehensión en contra de los lesionados. Incluso, en el hospital no están custodiados.
"La única autoridad que se nos acercó fueron los del Ministerio Público que nos vinieron a tomar la declaración, a ellos les dijimos que fueron elementos de la Guardia Nacional, puedo ir a cualquier hora a ratificar la denuncia ante la autoridad y creo que sería por el delito de intento de homicidio, pues, aunque sea la autoridad no pueden hacer eso, andar así", relató.
Afirmó que si su hijo estuviera en actividades ilícitas, ya se habría acercado alguna autoridad para señalar los hechos, por lo que pidió al gobierno federal y municipal que haya "justicia, que se aclare esto, porque mi hijo es trabajador y muy tranquilo, esto le va a dejar secuelas de por vida".
En tanto, Orlando Gutiérrez es el papá de uno de los lesionados y tío de los otros dos, señaló que Jesús Gutiérrez Fonseca, de 20 años de edad, y Emanuel García Fonseca, de 14 años, están fuera de peligro, pero en cirugías porque las balas se alojaron en el cuerpo de los muchachos, ambos internados en el Hospital Nicolás San Juan, ninguno de ellos se encuentra custodiado, ni hay información sobre que sean investigados por algún delito, afirmó el señor Orlando.
Afuera del Nicolás San Juan, hospital perteneciente al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), los familiares relataron que vivieron horas de horror, "pensé que se habían muerto, que los habían matado, que mi hijo ya no estaría más conmigo. Imagínese, hicieron lo peor, porque hasta los abandonaron ahí", reclamó el padre del menor.
"Nos avisaron que elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano les habían disparado a nuestros hijos, no sé si les marcarían el alto o si de repente nada más les empezaron a disparar", explicó.
Los padres de los tres adolescentes demandan a las autoridades que se hagan responsables por estos hechos, pues, todo se dedican al comercio de temporada, señalaron que si bien en ocasiones anteriores habrían documentado enfrentamientos entre elementos de las diferentes federales con algunos civiles, no pasaba de conatos de bronca o discusiones, pero en esta ocasión temen por su seguridad y la vida de sus hijos.