"La libertad no es solamente una cuestión de tener derechos escritos en papel, sino que exige estar en una posición que permita hacer uso de esos derechos".
-Martha C. Nussbaum-
Recién empezamos el 2023 y en la Comarca Lagunera presenciamos como sociedad a través de medios y redes sociales la desaparición de Dayan Yamil Favela y el lamentable desenlace de su cobarde asesinato. Preocupación, temor, desesperación, horror, enojo, impotencia, creo que no hay palabras suficientes para describir lo vivido por su familia y seres queridos, pesadilla que esperemos nadie más tenga que vivir.
Sin embargo, de acuerdo a los datos publicados por Redespoder el 17 de enero de 2023 citando el documento emitido por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el año 2022 este tipo de delitos se incrementaron respecto al 2021, lo que nos muestra a México como una sociedad en franco proceso de descomposición social.
El incremento de estos crímenes de odio ejercidos a partir de la condición de género, nos alejan como sociedad de la meta establecida por la Agenda 2030 en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la cual se busca la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en las esferas pública y privada.
En el 2019 en mi artículo "La perspectiva femenina de la satisfacción con la vida en México" realice una lectura alterna a través de análisis estadísticos propios a los documentos de INEGI sobre bienestar subjetivo, específicamente sobre la forma en que las mujeres en México experimentan su satisfacción con la vida, encontrando que en aquellas mujeres que desean que el país mejore, está asociado a querer vivir con menos miedo, ansiedad o temor.
Tomando en cuenta de que las mujeres representan más de la mitad de la población, es indignante que en pleno siglo XXI sigamos siendo testigos de su asesinato realizado por hombres, motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de las mujeres (Diana Rusell, 1990).
Por lo que es pertinente el llamado de ONU Mujeres México en su publicación del 2019 "Violencia feminicida en México" el cual cito y que nos insta a garantizar el involucramiento no solo de las instituciones Estatales, sino de las sobrevivientes de violencia, de las organizaciones de la sociedad civil, de la academia, del sector privado y de la comunidad en su conjunto. Sólo así se podrá transformar nuestro mundo, sin dejar a nadie atrás.