En su libro Examen de mi padre. Diez lecciones de anatomía comparada (Alfaguara, México, 2016, 289 pp.) el escritor mexicano Jorge Volpi menciona lo siguiente: "Mi padre murió el 2 de agosto de 2014. Él nos había contado que, cuando murió su madre, guardó un año de luto en el que jamás dejó de usar una corbata negra. Yo decidí volver mi luto literario y dediqué el 2015 a un libro que me permitiese recordarlo".
Esta obra se compone de diez ensayos en los que Volpi presenta datos históricos acerca de la medicina, los médicos (en especial de los cirujanos, que era la profesión de su papá) y el contexto nacional junto con algunos aspectos de la historia de su padre, sus últimos días, su vida después de jubilarse y -quién sabe si por eso- su depresión, que si bien no era tan ajena para él, se vio acentuada por su vejez, su retiro laboral y por la violenta situación de México durante los últimos años de su vida. El autor nos habla del declive del hombre inteligente que fue su padre, del médico cirujano que tenía una vasta cultura (y que el escritor tanto admiraba) y cómo, poco a poco, se fue deteriorando para replegarse en el hombre que sólo estaba pendiente de sus obsesiones y su salud.
Cuenta que visitaba a sus padres cada domingo, desde el 2013 en el que regresó a México, y que no dejaba de preguntarse, al despedirse de su padre "junto a su cama, en la vaga penumbra de su cuarto, adónde se había ido lo mejor de mi padre, por qué quedaba tan poco de él en ese cuerpo estragado y débil. ¿En qué meandro o abismo del cerebro se había perdido su energía, su talento, su tenacidad, su verdadero yo?".
Jorge Volpi menciona que "Sí hoy tratara de definirlo, tendría que recordar sus creencias fundamentales: su intransigencia moral, su catolicismo, su conservadurismo, su talante crítico, su altruismo y su vocación de servicio". También señala que su padre amaba el Renacimiento, adoraba a Miguel Ángel y a Rafael y de manera especial a Leonardo da Vinci. Le gustaba Velázquez y Rembrandt. Disfrutaba de Chaikovski, Beethoven y Brahms así como de las óperas Rigoletto o Madame Butterfly.
El libro Examen de mi padre es, además, autobiográfico, pues en él nos va descubriendo al niño débil, pero inteligente que él mismo fue. Esta obra contiene historias de los pioneros de la ciencia, de los avances de la medicina y de anatomía. El autor desarrolla en él ideas acerca de la discriminación, la sexualidad, los migrantes, el narcotráfico, los zapatistas, los estudiantes de Ayotzinapa, así como también reflexiona sobre arte, música y cine.
En síntesis, es un libro que disfruté mucho. Contiene una cascada de temas que salpican y se unen a las memorias que escribió Jorge Volpi acerca de su padre, como un tributo, y que hacen que el libro resulte muy interesante para las personas a quienes nos gusta leer historias reales, bien escritas, que nos dejen aprendizajes y la posibilidad de reflexionar. Porque el hecho de revisar las relaciones que tenemos o tuvimos con nuestros padres nos da sentido, pertenencia y conocimientos que nos pueden ayudar a vivir con mayor conciencia.