Imagine que un día sale de su casa con destino a un viaje que planeó con su familia hace semanas; en carretera, mientras va platicando con algún familiar, viene a su mente una duda "¿Cerré con llave la puerta de mi casa?" Ante este escenario, ¿cómo reaccionaría usted?
Asumo que gran parte de las personas no seríamos indiferentes ante esta duda y más bien haríamos todo lo posible por verificar que nuestra casa está segura, tal vez hablando con algún vecino o persona de confianza que nos ayude a revisar nuestras cerraduras.
Así como la mayoría somos sumamente cuidadosos con la seguridad de nuestras propiedades, es importante que tomemos en cuenta que en la actualidad no todas nuestras pertenencias son tangibles, en realidad gran parte de ellas se encuentran en el mundo digital en el que estamos inmersos; fotografías familiares, documentos de identificación o dinero en las aplicaciones bancarias, son algunos ejemplos de intangibles que son valiosos para todos y todas.
Ante esto, es importante crear conciencia de la importancia de la ciberseguridad en nuestro día a día. En la actualidad es común escuchar que una persona tiene la misma contraseña para todas sus cuentas o que acepta cualquier condición al descargar alguna aplicación. Esto es un signo claro de una falta de cuidado de los datos que almacenamos en la web.
En esta era de la información a la que pertenecemos se han introducido nuevas amenazas que nos asechan continuamente. Por ejemplo, el robo de identidad (phishing), los software maliciosos (malware) y el secuestro de datos (ransomware), que pueden tener consecuencias devastadoras como la pérdida de datos personales, el acceso no autorizado a cuentas bancarias, entre otras. Tan sólo en el 2021, la empresa mexicana IQSEC expuso a través de un estudio, el hecho de que México ocupa el octavo lugar en suplantación de identidad, lo que es un hecho grave al que hay que prestar atención.
Aunque la ciberseguridad es responsabilidad de empresas, organizaciones y gobiernos, también lo es de los individuos que utilizamos recursos digitales como herramientas para nuestra vida. Algunas de las medidas proactivas para proteger nuestros intangibles digitales son crear copias de seguridad regularmente de nuestros datos importantes, utilizar los sistemas de autenticación y cifrado que nos ofrecen las aplicaciones como WhatsApp o Google, crear contraseñas seguras para las páginas que visitamos, evitar el uso de redes Wi-Fi públicas no seguras y ser cautelosos al compartir información personal en línea.
Un primer acercamiento a la ciberseguridad personal, es hacer un análisis de cómo protegemos la información que almacenamos en nuestros dispositivos móviles o computadoras y si esta seguridad es equiparable a la que tenemos con nuestros hogares. Es importante entender que el espacio digital también es un lugar que habitamos y que debemos proteger.