EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

editoriales

Ibero Transforma

ZAIDE P. SEÁÑEZ MARTÍNEZ

ELECCIÓN PROFESIONAL DE LAS MUJERES

Esperanzadas en insertarnos al mundo profesional, actualmente las mujeres tenemos mayor libertad para elegir qué estudiar. Habría que profundizar en los datos para confirmar que esto es así. Con base en un informe del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) las diez carreras donde se concentra el ingreso femenino son formación para servicios educativos, docente para educación básica, pedagogía, lenguas extranjeras, trabajo social, docente de primaria, diseño, psicología, orientación educativa y literatura. El 60% se relaciona con educación. Las siguientes ocho en la lista son profesiones orientadas al cuidado de las personas.

Tal parece que las mujeres, al elegir una profesión, consideramos seriamente con cuál de estas carreras tendremos mayor acceso al campo de trabajo. Podría decirse que entonces la decisión profesional de la mujer es influenciada por el modelo patriarcal. Las mexicanas no estudiamos lo que nuestra vocación dicta, sino aquello que nos permitirá acceder más rápidamente al campo laboral y aspirar a un salario y prestaciones más o menos dignas. Así lo muestran los datos: elegimos carreras mayormente relacionadas con el cuidado de las personas, pues en el mercado del trabajo prevalece la creencia de que son los puestos "más adecuados" para las mujeres, muestra de la dominación masculina. También el IMCO reporta que el 50.4% del tiempo de trabajo de las mujeres no es remunerado.

Hay un sitio en Internet que enlista los trabajos que más se adaptan a "las aptitudes que típicamente tiene el sexo femenino", porque, argumenta, así se refleja en la matrícula de las universidades. Se refiere a pedagogía, turismo y hotelería, psicología, contaduría, enfermería y

dermatología. Otro sitio alude a las carreras que son estudiadas por las mujeres, pero en las que los hombres suelen ser muy buenos, como gastronomía, enfermería, estilismo, diseño, docencia y moda. Se atreven, incluso, a llamarlas "carreras femeninas". ¿Será que quieren quitarnos también esas chambas? (léase con tono irónico).

Por si esto no bastara, al hecho que algunas mujeres tengan poco margen al elegir a qué dedicarse se suma la sobreexplotación del trabajo, ya que cuando tenemos la oportunidad de colaborar económicamente fuera de casa nos exponemos a largas jornadas, salarios más bajos que los hombres y el cuidado del hogar, que no representa paga ni se distribuye de manera equitativa entre los miembros de la familia, y recae principalmente sobre nosotras. Si vivimos en pareja y se presenta una urgencia en el hogar, generalmente sacrificamos nuestra tarea profesional para atender tal situación, siendo esto una pérdida parcial de nuestros derechos de elección. Es posible que en algunas familias haya cierto tipo de violencia contra la mujer para coartar su derecho de decisión. Frases sutiles nos hacen sentir culpables de desear algo hasta que se normaliza la idea de quién se sacrificará profesionalmente en un caso familiar extremo.

Así pues, creo más bien que elegimos qué estudiar o en qué trabajar en función de otros factores, y con mucha suerte, nuestros verdaderos deseos estén entre ellos.

zaide.seanez@iberotorreon.edu.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Ibero transforma

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2226980

elsiglo.mx