Mentes con Alas es un espacio para adultos mayores de 21 años de edad con parálisis cerebral, en donde reciben una atención integral. (VAYRON INFANTE)
En busca de un espacio donde su hijo Fernando, que nació con parálisis cerebral, fuera feliz una vez que creciera y se hiciera adulto, Ruth Berlanga viajó por varias parte del país sin encontrar eso que deseaba. Fue entonces que acondicionó un espacio de su casa en donde no solo se atendió Fer, como lo llama de cariño, sino también otros tres adultos que compartían su misma condición. Fue así que nació Mentes con Alas, comunidad que cumple 19 años beneficiando a decenas de personas con parálisis cerebral.
Su nombre, se explica: nació de la creatividad de los propios miembros de la comunidad en sus inicios. Convencidos de que a pesar de tener un cuerpo con una lesión neurológica, su mente era capaz de soñar, desear, amar, crear, pensar, decidir… ir más allá. En pocas palabras, era capaz de volar.
Ruth, fundadora de esta comunidad de adultos, explicó que la parálisis cerebral es un daño neurológico muy complejo porque está en el cuerpo, y con el cuerpo es como nos comunicamos en esta vida, sin embargo, aclaró que no todos los daños son iguales, "son un sin fin de tipos", dijo.
En entrevista, comentó que cuando son pequeños, las situación es un tanto más fácil, pues es cuando crecen cuando aparece el verdadero problema. "Sus necesidades son muy claras… está dañado su cuerpo, no crece el daño, sino que te vas haciendo grande y el daño también", comentó.
Durante esa búsqueda, Berlanga se apoyó mucho en la doctora Christine A. Nelson, de nacionalidad norteamericana, mujer a quien define con un gran corazón y espíritu incansable en el trabajo con niños de problemas neuromotores. Gracias a ello, fue posible crear ese espacio en casa, en donde permanecieron por tres años para después mudarse al espacio que ahora alberga Mentes con Alas, el cual sigue creciendo.
Y es que además de contar con el inmueble ubicado en la avenida Ocampo 1797 oriente de Torreón, cuentan con otro edificio denominado, Centro de Capacitación en Inclusión Laboral, localizado a media cuadra, por la calle José María del Bosque.
"Todo lo que hicimos por él, por el deseo tan profundo de que fuera feliz para nosotros también ser felices, sigo descubriendo algo más de la belleza que hay en ellos, sin dejar de ver la dificultad, lo pesado, hay una parte donde nadie te quita la dificultad de mover un cuerpo, que cuando se va haciendo adulto no lo puedo mover sola, es complejo", reconoció Ruth Berlanga, quien a casi dos décadas de haber iniciado con ese proyecto, ahora se atienden de 30 a 35 adultos, en donde el único requisito es que sean mayores de 21 años de edad.
"Eso siempre ha estado en los estatutos, de 21 años en adelante, porque sí hay opciones buenas en La Laguna cuando son niños, cuando quedan totalmente olvidados, cuando ya no hay nada para ellos es cuando son adultos", recalcó.
CON ALAS CREATIVAS
Y ahora como parte de la celebración de esos 19 años de servicio, Mentes con Alas abrió las instalaciones de su Centro de Capacitación de Inclusión Laboral, en donde los integrantes de esta comunidad desarrollan una serie de habilidades desde el cocinar repostería hasta el armado de sus tradicionales bolos.
Desde este nuevo Centro, Clara Ocampo Del Toro, responsable de la Coordinación de Alas Creativas, detalló que hoy en día hay dos talleres establecidos, uno para la elaboración de los bolos y otros de repostería, en donde aprenden a cocinar galletas.
Éste último, se retomó luego de que la pandemia del COVID-19 frenara gran parte de la actividad por dos años, por lo que ahora que han bajado los contagios y sobre todo las defunciones y más aún que el panorama es diferente, se ha retomado con la intención de poder colocar sus productos en puntos de venta.
"Es un taller donde ellos pueden trabajar sus manos, trabajar la memoria porque los ingredientes, por las recetas, trabajar motricidad al batir, al hacer bolita, al utilizar el rodillo. Se hacen dos equipos, uno en la mesa en la más baja para los de sillas de ruedas y una mas alta para los que tienen posibilidad de sentarse en bancos altos. Le vemos mucho potencial a este taller porque aparte de que ellos desarrollan habilidades, se están aprendiendo un oficio y cosas que ellos podrían aprender y después elaborar desde su casa", explicó la coordinadora.
Otro taller y que es el de mayor tradición, es el de bolos. En este espacio, todos participan en las diferentes tareas, sin importar su condición. En una mesa, algunos en sillas de ruedas, preparan lo que es la base, es decir, colocan la fritura, el bombón y el cacahuate. En otra mesa, con ayuda de una banda y un botón, otro grupo de integrantes va colocando el resto de los dulces para su armado final.
"Ellos pueden hacer en media hora 50 bolos, a veces menos, a veces más", explicó Clara.
Ahora, los bolos cuentan con su propio diseño, en el que se puede encontrar un código QR, y al escanearse, se puede conocer la historia de Mentes con Alas.
La coordinadora aclaró que los bolos y la repostería no son un negocio pero sí un fin para tener recursos, pues todo lo que se obtiene es a través de donativos.
"Hacemos bolos y repostería, y se busca ofrecerla, pero no es un negocio, es para seguir fondeando el mismo proyecto".
Además, mencionó que estas actividades forman parte de su programa integral, pues durante su día cuentan con terapia física, emocional, ocupacional o laboral.
Incluso como parte de sus proyectos a corto plazo, está el contar con un nuevo taller, el de serigrafía, en el que se busca contar con sus propios productos para ofrecerlos.
Así como también, se busca contar con un espacio de capacitación, tanto para empresas como para planteles educativos, a fin de romper con esos mitos que se tienen sobre la parálisis cerebral, explica la coordinadora.
CONTACTO
Las personas interesadas en obtener una charla o parte de sus productos, pueden tener contacto a través de sus redes sociales de Facebook, X (Twitter), You Tube e Instagram, o bien comunicarse al número 871-718-00-68 para más información.
