Finales de agosto y ¿seguimos teniendo beisbol de Liga Mexicana en La Laguna? Pues sí, y estamos que cantamos de contentos.
En el momento de escribir estas líneas los Algodoneros del Unión Laguna estaban a las puertas de la final de la Zona Norte, teniendo contra la pared a los Toros de Tijuana. Imposible no recordar la última vez que nuestros Algodoneros estuvieron en estas instancias y hay que regresar en el tiempo 33 años. En ese año se clasificaban a playoffs los cuatro primeros de cada zona. Laguna terminó en segundo lugar con marca de 71-54 a 7 juegos del líder Dos Laredos, que no solo fue el mejor de la Norte sino de toda la Liga con récord de 81-50.
En la primera ronda Unión Laguna elimina a los Sultanes en seis juegos, para enfrentar precisamente a los poderosos Tecolotes de Zacatillo Guerrero en la final del Norte, Algodoneros en contraste con la experiencia de don Pepe Guerrero, contaban con el mánager más joven de la Liga, Marco Antonio Vázquez. Dos de los invitados especiales a lanzar la primera bola en estos playoffs, Juan Manuel Palafox e Hilario Rentería encabezaban un gran cuerpo de pitcheo. Lauro Cervantes el único que ha lanzado un "no-no" en casa de la historia algodonera también formaba parte del staff, junto a Encarnación Hernández, Maximiliano Castañeda, Roberto Pimentel, Ricardo Rincón que debutó en la liga con Unión Laguna y después se fue a los Diablos y de ahí a las mayores donde participó en 565 juegos con Piratas, Indios, Atléticos, Cardenales y Mets.
Y por supuesto el gran Drago, Jeff Perry, que estuvo intransitable a la hora de cerrar los partidos. A la ofensiva estaba el hombre récord Jesús Sommers, el profe de San Pedro (otro invitado especial en esta postemporada) Rubén Ávila Torres, Fernando Cruz, Cochito Cruz, Juan de Dios Ruiz, otro invitado, especial Raúl Valverde y sobre todos el gran David Stockstill que por mucho tiempo tuvo el mejor porcentaje de por vida para un pelotero en activo. El vikingo terminó como el rey de producidas ese año del noventa con 109 remolcadas. Stockstill a la fecha es número nueve de todos los tiempos en porcentaje de bateo con un .341.
Profundamente religioso, el rubio de Springfield Missouri no tomaba ni fumaba, un pelotero entregado totalmente a Dios y al beisbol, una joya que encontró para su bien la organización lagunera. Un caso increíble fue la actuación de Jason Felice un auténtico "one hit wonder", este gringo que en su juventud trabajó de carpintero haciendo escenografías en la meca del cine, Hollywood. Se dedicó a destruir el pitcheo enemigo hasta llegar a la final contra los Bravos de León y el caballón Jaime Orozco que ganó tres juegos de la final y en esa temporada de 1990 completó 21 de 27 juegos que inició, difícil vencer a semejante lanzador.
Pero continuemos recordando aquellos héroes laguneros del noventa, en el cuadro deslumbraban con su fildeo Paco Guerrero y Ramón Abril, Fernando Cruz detrás del pentágono y por supuesto muchos más que como dicen los clásicos, pusieron su granito de arena para llegar a rozar la gloria. Este año del 23, parece traer la magia necesaria para soñar con llegar a otra final de Liga y recordar desde ya a nuestros nuevos héroes: Jonathan Villar, Nick Torres, Adrián Tovalín, Dean Nevárez, Conejo Robles, Allen Córdoba, J.C. Escarra, en la loma Aldo Montes, Rafa Pineda, Joe Van Meter, Braden Webb, Thomas Mcllraith, Luis Gámez y compañía, ahora dirigidos acertadamente por José Molina.
33 años después todos nerviosos, ansiosos y expectantes, ¿en dónde terminará esta aventura? No lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que ha sido un viaje maravilloso. Cada noche, ganando o perdiendo ha sido mágica, el viejo estadio al lado del bosque ha sido un escenario espectacular y nos negamos a que acabe la fiesta, que esto siga y juguemos pelota en septiembre.