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La columna del perro

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¿Quién es?... la perra Inés

M.V.Z. MIGUEL DÁVILA DÁVILA

Ese asunto de la globalización, como que a mí no me acaba de gustar; pues casi no exportamos, sino que más bien importamos, no sólo tecnología de vanguardia como computadoras, teléfonos, automóviles y artículos de todo el mundo, sino que también usos y costumbres ajenas a nuestro país en general y a nuestra región en particular: hemos, por lo tanto casi perdido nuestra capacidad de asombro, nuestros valores heredados por generaciones han cambiado y ya casi no o no los tenemos, o no los respetamos o ponemos en práctica.

Nos hemos hecho fríos y debido a la rapidez de la vida, no tenemos tiempo para sentir piedad.

Hace unas semanas Ana Luz, quien trabaja en una agencia automotriz situada en la Diagonal Reforma esquina con Avenida Juárez, al llegar el lunes a su trabajo e intentar estacionar su automóvil en el estacionamiento, le estorbaba una bolsa negra de "basura" y por tanto al no poder brincarla porque se veía muy alta, se bajó de su automóvil con la finalidad de mover la bolsa de "basura" para dejar correctamente estacionado su vehículo y cuál no sería su sorpresa que al sujetar la bolsa, esta se movió.

Impresionada y pensando lo peor se armó de valor y abrió la bolsa de "basura" y encontró a un perrito atado con una pierna lastimada, y eso sí con la bolsa bien cerrada para que se ahogara. Cómo pudo liberó al perrito y lo movió hacia un lado.

Entró a su trabajo con la impresión de su hallazgo, se lo platicó a su compañera y a algunas personas, quienes decidieron rescatar al animalito, llamando de inmediato al veterinario, quien junto con ellas lo recogieron de debajo de otro automóvil, donde se había escondido, después de haber sido liberado de la bolsa en la que fue encontrado.

Se revisó el animalito que resultó ser hembrita, yo diría que cruza de Poodle color negro, de tal vez un año o menos de edad, se le bañó, se le cortó el pelo, se limpiaron las heridas y se atendió de su pata trasera que estaba muy lastimada. Por la noche después de su trabajo recogieron a la hembrita poniéndole el nombre de "Inés" por inesperada se la llevaron en custodia para ayudarla en su rehabilitación, para posteriormente darla en adopción.

Estoy de acuerdo que a veces ya no podemos tener un animalito que compramos o que nos regalaron, seamos responsables de cerrar el ciclo, es decir conseguirle un nuevo dueño que lo quiera y que se haga responsable de él, si está enfermo atenderlo y si la enfermedad es incurable y/o está sufriendo tomar la penosa decisión de la eutanasia.

Pero nunca, nunca la enorme cobardía de atarlo, embolsarlo y abandonarlo, condenándolo a una muerte larga y penosa. Aconsejo a la persona que lo hizo, quien ha de tener de seguro una doble moral, es decir que avienta la piedra y esconde la mano, que por si las dudas guarde un cordel y una bolsa de "basura" para él, pues a todos se nos llega algún día la hora de pagar la factura de nuestros actos en esta vida.

Y ahora para terminar una gota de filosofía: AMOR NO ES LO QUE DICES, SINO LO QUE HACES.

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