LEVÁNTATE Y ANDA
Esta historia ocurrió hace muchos muchos, muchos años, la publicamos en el periódico y ahora se las comparto por esta vía.
No siempre las historias de los perros que andan vagando por la calle terminan de buena forma como la de este ejemplar de la raza Golden Retriever que por fortuna fue rescatado por Eduardo, un viernes 5 de julio aproximadamente a la una de la mañana, cuando venía de divertirse con sus amigos.
En la ciudad de Gómez Palacio, en el bulevar Rebollo Acosta esquina con Lázaro Cárdenas, Eduardo vio un perro que no podía caminar y que estaba a media calle herido, abandonado y lastimado de todo el cuerpo especialmente de las patas traseras, lesión por la cual no podía caminar, y se quedó debido a ese daño ahí en medio de la noche a merced de su suerte.
Como pudo arrastró a quien resultó ser una perra de raza Golden, hacia una orilla para protegerla de los automóviles que circulaban por ahí con la posibilidad de volver a ser embestida por uno de ellos.
En eso estaba Eduardo, cuando muy seguramente un ángel puso también en ese camino, en ese lugar y a esa hora a Marisol Aguirre Enríquez quien también joven al fin, venía de divertirse, pero al ver la escena, se bajó a auxiliar a Eduardo y a la perrita atropellada y después de pensarlo un poco, decidió llevársela a su casa para darle los primeros auxilios.
Al llegar a su casa fue recibida por sus hermanos, Anabel, Efraín, Marisol y Carlos, quienes de inmediato recibieron a la perrita, cuidándola durante toda la noche, para posteriormente en la mañana buscar atención médica para ella.
Aparte de presentar parálisis en el 80 por ciento del cuerpo, se observó que tenía inflamados los ojos con hematomas en ambos, producto de un traumatismo severo... también en los oídos se observó inflamación y sangrado profuso especialmente en el derecho.
Después de un primer tratamiento en la ciudad de Gómez Palacio, nos trajeron a la perrita y al terminar de valorar su deplorable estado físico aunado a su parálisis, se le dio un pronóstico favorable, más debido a la fe, que a la certeza médica, en cuanto a la recuperación de su salud, pues no había muchas probabilidades de que así fuera.
Después de una semana de tratamiento, la perrita empezó a comer y se levantó tambaleante.
Pasó un tiempo de esto y la familia Aguirre Enríquez nos trajo a la perrita Golden para revisión ya muy recuperada, nos dio mucho gusto verla y comprobar que la esperanza es lo último que muere… Por cierto que el nombre que le pusieron sus nuevos dueños, es "Mili" por milagros, ya que milagrosamente, se levantó para seguir animosamente con su vida.
Y ahora para terminar una gota de filosofía: La única lucha que se pierde es la que se abandona.
