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La Columna de Rosell

La columna del perro

La adopción como alternativa

M.V.Z. MIGUEL DÁVILA DÁVILA

El problema de los perros callejeros tiene para mí dos formas de verlo, es decir por un lado tenemos a las personas que crean el problema, quienes los echan a la calle cuando deciden que ya les estorban, o los perros que tienen dueño pero que viven siempre en la calle, en ambos casos hay "cruzas" sin control con el consiguiente aumento de la población de perros no deseados.

Por otro lado tenemos a los que tratan de resolver el problema, como son las autoridades, que recogen a los perros que son reportados como problemáticos para aplicarles la "eutanasia".

Están también las asociaciones protectoras de animales, así como muchas personas de buen corazón que hacen diferentes labores, como son concientizar a la sociedad de que tener un perro es una responsabilidad, recomendándoles esterilizarlo o no cruzarlo, si no tienen a quien vender o regalar los cachorros.

También estas personas que en la medida de sus posibilidades recogen perros de la calle, los esterilizan, los ponen en las mejores condiciones posibles y los dan en adopción.

Yo entiendo la labor del gobierno, quien por cierto a últimas fechas ha realizado campañas de esterilización, no sólo de sacrificio de perros, lo cual es en sí muy bueno, pues la proliferación de estos representa un peligro para la sociedad, pues nos pueden transmitir alguna enfermedad de manera ocasional, y algo se tiene que hacer para evitar o para solucionar esto.

Pero yo estoy con la segunda opción, al igual que las personas que recogen a los perros de la calle para después de previa esterilización, ponerlos en adopción.

En algunas ocasiones, los perros rescatados, se encuentran en muy malas condiciones, sin probabilidades de salir adelante, y en estos casos se les da la mejor de las atenciones posibles, para evitar una agonía, dolorosa por lesiones o enfermedades incurables.

Tomemos pues decisiones responsables, eduquemos a las generaciones nuevas a que entiendan que tener una mascota, no es tener a un juguete sino a un ser vivo que necesita cuidados básicos, limpieza, alimento y agua.

Y que se deben de hacer responsables de esta mascota, por todo el ciclo completo, es decir desde que lo tienen o reciben, hasta su muerte.

Debemos decirles muy claro que no los avienten a la calle, abandonándolos a su suerte. En todo caso si por alguna razón muy justificada, ya no lo pueden tener, busquen a alguien que practique la piedad adoptándolo, siempre habrá gente buena, que esté dispuesta a recibirlos.

Y ahora para terminar una gota de filosofía… SEÑOR DAME SABIDURÍA PARA ACEPTAR TUS DESIGNIOS.

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