El 15 de mayo de 1911 se consumó la primera toma de Torreón por parte de las fuerzas revolucionarias al mando de los generales Emilio Madero, Sixto Ugalde Guillén, Epitacio Rea, Benjamín Argumedo y Jesús Agustín Castro, entre otros grandes revolucionarios. La mencionada batalla por Torreón dio lugar los primeros quince días del mes de mayo, principalmente los días 13, 14 y 15 del mes en cita, fechas en las que se libraron gran número de batallas dentro de la ciudad, lo que motivó que las fuerzas federales, al mando del general Emiliano Lojero, la madrugada del día 15 de mayo abandonaran la ciudad al considerar que serían derrotados por las fuerzas maderistas.
Avisados los revolucionarios que los federales abandonaron la ciudad, de inmediato las fuerzas de Argumedo iniciaron su entrada a Torreón, significándose este triunfo junto con la toma de Ciudad Juárez, un gran paso para las tropas revolucionarias y desde luego un triunfo de grandes consecuencias para el movimiento revolucionario de 1910, toda vez que, los federales se vieron derrotados por la causa de don Francisco I. Madero, estando la misma a un paso del triunfo del movimiento del pueblo.
Después de que por la mañana del día 15 de mayo los revolucionarios entraron a la plaza de Torreón, se dio lugar a una cruel matanza de 303 chinos que fueron privados de la existencia, sin embargo hay que puntualizar que tal hecho no fue del todo responsabilidad de los revolucionarios, esto en virtud de que décadas anteriores, en los Estados Unidos de Norteamérica, se desató una campaña racial en contra de los orientales, principalmente de chinos, acusándolos de gran número de faltas y delitos, lo que ocasionó que en tal nación se prohibiera a los orientales desempeñar cualquier trabajo, lo que trajo como consecuencia que los nacionales de China se pasaran a Baja California, México.
En las fiestas del 15 de septiembre de 1911, en la plaza 2 de abril se dejaron oír consignas en contra de los chinos, pero más contundente fue el discurso que pronunciara el 5 de mayo de tal año en la ciudad de Gómez Palacio, Durango, el albañil Jesús Flores, quien acusara a los orientales de quitarles el trabajo a los mexicanos, por lo que solicitaba se prohibiera este tipo de inmigración. Sin embargo, el día que se tomó Torreón (15 de mayo) se encuentra documentado, que un individuo de nombre José María Grajeda, al amanecer de tal día por toda la ciudad, arengó al pueblo para privar de la vida a los orientales y despojarlos de sus pertenencias, esta persona fue procesada por tal motivo.
Ciudadanos de esta gran ciudad de Torreón entre los que se encontraban el señor José Cadena, Jesús María Arzave, Manuel Rodríguez, Cristino Hernández, Aureliano Heredia, Leonides González y don Francisco Dingler Van Vliet, expusieron su vida y sus bienes al proteger a los ciudadanos chinos de las agresiones que en su contra se sucedieron, al esconderlos en sus hogares, al igual que ayudarlos a salir de la ciudad, hecho que en mucho dignifica a los torreonenses.
